viernes, 28 de enero de 2011

Infinidad mágica; una obra maestra de Robby Valentine



AÑO: 1993
ESTILO: AOR/Rock melódico
Puntuación: 10/10



Valentine voz, teclados
Rob Winter guitarra
Arthur Polini bajo
Hans Eijkenaar batería


TEMAS:

1. The Magic Infinity 4:54
2. Miss
You Eternally 4:57
3. Only Your Love 4:22
4. Angel Of My Heart 4:25
5. No Turning Back 4:23
6. The Reconciliation 1:26
7. Don´t Make Me Wait Forever 4:12
8. Wild Child 4:02
9. I Need Your Love 4:46
10. Help Me
Spell My Name 4:01
11. Mega-Man 6:24
12. Raise Your Hands 3:56


The magic infinity es el segundo trabajo en solitario del ex-Zinatra Robby Valentine. El cantante y multi-instrumentalista holandés había publicado dos años antes su grandioso debut y en este trabajo terminó de perfeccionar y consagrar un estilo propio muy difícil de encasillar y de imitar. Y es que, en este disco, encontramos desde medios tiempos de AOR hasta temas muy complejos y elaborados, donde coros y teclados grandilocuentes se mezclan con guitarras más cercanas al hard rock o incluso al metal. Por ello estamos ante un trabajo variado, en el que todas las canciones tienen el sello personal del genio holandés y en el que no sobra ni falta nada.

En el primer disco, ya encontramos ese gusto por las melodías, las voces agudas y los impredecibles cambios de ritmo. Las influencias de Queen también son perceptibles en algunos temas, especialmente en lo que a los coros se refiere, si bien los temas de Valentine, suelen ser más largos y de una estructura más elaborada que los de la mítica banda inglesa. La complejidad y originalidad también se hacen notar durante todo el disco, y con una producción sublime, Robby consigue crear unos ambientes y hacer uso de tal cantidad de elementos musicales, que su posición como uno de los grandes compositores del rock melódico es incuestionable. La mezcla de ritmos lentos con otros acelerados, además de un uso casi sobrehumano de las teclas, crean esos ambientes épicos y mágicos, al alcance de muy pocos.

Quizás el único pero que algunos le puedan poner sea la voz. Está claro que es en la faceta que menos destaca, pues no tiene una voz potente ni un registro demasiado amplio; no obstante, para el estilo que practica, cumple a la perfección e incluso puede lucirse en algunos momentos. Respaldado por los elaborados coros presentes en casi todos los temas, compensa sus carencias con el sentimiento que imprime su voz casi aniñada y con agudos imposibles para muchos.

El disco arranca con su tema homónimo, ''The magic infinity'', un comienzo inmejorable que anuncia que estamos ante algo especial. Esos gritos del comienzo dan paso a un riff muy potente y metalizado que acompañan a Robby hasta el estribillo, donde la velocidad y distorsión son sustituidas por melodías lentas y coros muy agudos. El tema se rompe con un solo de guitarra endiablado que acaba dejando paso de nuevo al estribillo; como hemos dicho antes, el comienzo no podía ser más prometedor.

''Miss you eternally'' es una continuación radicalmente diferente: baladón a piano que va subiendo progresivamente de intensidad y en el que Valentine realiza una interpretación sensacional y muy melancólica; una balada muy 'Valentine' que puede recordar al gran éxito de su primer disco (''Over and over again''). Con ''Only your love'' entramos de lleno en el AOR; sublime medio tiempo con un estribillo pegadizo, coros angelicales y protagonismo absoluto de los teclados. ''Angel of my heart'' destaca por las acústicas y el acompañamiento vocal; de nuevo una interpretación sensacional del cantante holandés.

Llegamos a uno de los grandes temas del disco y quizás de la discografía de Valentine, ''No turning back''. Un comienzo muy Queen deja paso a unos coros grandiosos y a un estribillo arrollador. Como el arquitecto barroco que buscaba transmitir sensaciones con la opulencia y los cambios repentinos de formas, Robby consigue sorprender con los cambios bruscos de ritmo, pasando de ambientes lentos a otros delirantes cargados de coros y teclados. Un tema mágico que define muy bien a Valentine.

''The Reconciliation'' es un buen preámbulo de poco más de un minuto para ''Don't make me wait forever'', una inconmensurable balada en la línea de ''Miss You Eternally'', pero más profunda e intensa si cabe. El tema, después de un inicio lento a piano, se rompe a mitad y estalla con el solo de guitarra y los agudos de Robby. Sin duda una balada desgarradora que no deja indiferente a nadie. Cambiamos de estilo y volvemos al puro AOR 'Valentiniano' con ''Wild child''; teclados cristalinos, estribillo muy pegadizo, coros angelicales y un gran solo de guitarra. ''I need your love'' es otro tema trepidante con una primera mitad muy hard-AOR, interrumpida repentinamente por unos poderosos teclados y un demoledor solo de guitarra. Otra balada a piano con ''Help Me Spell My Name''; gran interpretación de Robby, y es que es en este tipo de temas donde se encuentra como pez en el agua.

Para acabar, dos grandes temas: ''Mega-man'', con un curioso comienzo protagonizado por gaitas, seguido de un riff heavy de guitarra y sorprendentes coros; y ''Raise your hands'' otra maravillosa y épica balada para cerrar el disco a lo grande.

En resumen... una obra maestra solo al alcance de un genio como Robby Valentine; un disco variado, con una producción excelente y de un estilo único e inimitable. Recomendado especialmente a seguidores del AOR, hard rock, rock melódico o simplemente de la buena música. Un disco único e irrepetible.

miércoles, 26 de enero de 2011

Un disco especial: 'Belief', embrujo galés


AÑO: 2001

ESTILO: AOR/Rock melódico

Puntuación: 10/10


Hay discos especiales, que desde que los descubres quedan ligados a tí de una u otra manera; discos que con total seguridad te acompañarán el resto de tus días, y formarán parte de la banda sonora de tu vida, tanto en los buenos como en los malos momentos. Trabajos que escuchas cada X tiempo y siguen produciendo las mismas emociones que la primera vez.


Para mí ''Belief'' es uno de ellos. Ojalá tuviera alguna anécdota divertida o curiosa para contar como lo descubrí... pero no; ni me lo regaló alguien especial, ni lo compré al azar andando sin rumbo fijo en alguna tienda de discos, ni nada parecido. Ya conocía a la banda formada por el que fuera durante un tiempo tecladista de los míticos Thin Lizzy, Darren Wharton. Como buen seguidor del AOR, me gustaba su primer y aclamado disco ''Out of the silence'', y disfrutaba con las 'Abandon' y 'Heartbreaker' de turno, pero no había ahondado mucho más en la discografía de los galeses. Hasta que me hice con ''Belief'' del 2001.


No podía imaginar lo que venía a continuación de darle al play. Igual que cuando ves por primera vez El golpe; o cuando lees Los miserables y te metes de lleno en la trama... o, mejor aún, cuando entras en la Alhambra y vas recorriendo sus salas y patios en un soleado día de primavera. Algo así es la sensación que me embargó cuando empezaron a sonar las olas en el comienzo de la primera canción del disco. Enseguida me vino a la mente la portada del disco, y ese paisaje tan característico de tierras británicas detrás del grupo. Una escucha me bastó para colocar a ''Belief'' como uno de mis discos de cabecera, en gran parte gracias a su accesibilidad, y sobretodo, su propuesta original y, al menos por mí, nunca antes escuchada... una mezcla de rock melódico con arreglos e influencias de música celta, todo ello con un buen gusto exquisíto y una producción sobresaliente.


Pero no voy a entrar en detalles técnicos, ni datos innecesarios; ese tipo de críticas se las voy a dejar a otros. Yo voy a hablar por mí, y de lo que este disco representa para mí, pues creo que no hay verdades absolutas ni objetividad real en esto de la música. Por eso digo con total libertad y tranquilidad que la primera mitad de este disco es de lo mejor que he escuchado nunca. Con la poderosa, pero a la vez tan emotiva ''Silent thunder'', que sube de intensidad hasta sentir ese trueno en el corazón como dice la propia canción. O la hermosa ''Dreams on fire'', en la que las melodías celtas te transportan a otras tierras y paisajes. Y es que, el contenido sentimental presente en este trabajo es tremendo, y muy logrado gracias a esas influencias celtas sumadas a los teclados siempre presentes en el grupo, y la casi susurrante voz de Wharton... de ahí la emotividad del medio tiempo 'White horses' o la intensidad alcanzada en el tema homónimo gracias también a la inclusión de una voz femenina en la segunda mitad del mismo. La más AORera pero no menos genial, 'Run wild, run free' nos da paso a dos de los mejores temas del album: ''We were friends'', que es más grande que la vida. Ese suave rumor de las olas que abre el tema y que da paso a la gaita, poderosa pero tan sensible a la vez; pocos inicios de canciones son tan emotivos como ese. Y luego la guitarra, que releva a la gaita, con un solo lento, lleno de sentimiento y con las olas todavía de fondo. ¿Después? Darren por supuesto, casi susurrando, con esa voz tan especial, tan inimitable, tan expresiva.

''There were times... we could never say no
there were times... the cold wind will blow
And I wonder... where you are tonight?
Do you ever really think about the times, I believed in you''



Triste, muy triste. Por la letra, por la manera de cantar de Darren, por el acompañamiento tan exquisito y melódico; algo tiene la canción que escucharla en un momento de bajón anímico puede ser letal. Y luego el in crescendo con el ''We were friends, but how we soon forget...'', a la vez que estalla un acompañamiento vocal femenino, tan bien utilizado por Darren en varios temas de este disco. Vaya voz también, junto a la de Darren forman un dúo insuperable en sentimiento... y luego el clímax del tema con la reaparición de la gaita, con más fuerza que antes. Después empieza a morir la canción, con Darren susurrando ''We were friends''; y con uno totalmente embobado, con la mirada perdida y apenas capaz de darle a Repetir canción. Una vez escuchada varias veces, dejas que siga el disco... y lo que viene no se queda atrás... 'Falling', otro temazo que va aumentando de intensidad hasta la explosión de melodía y sentimiento con el solo de guitarra... sin duda, otro tema espectacular, y además protagonista de una escucha especial personal. Porque hay escuchas especiales también, esas en las que disfrutas como nunca el tema en cuestión. La mía de 'Falling' fue en una fría madrugada de otoño, volviendo solo a casa al borde de las 5 de la mañana, caminando por las calles totalmente exentas de gente y de coches, con la única compañía del frío, la luz de las farolas y la voz de Darren cantando ''...and I can't forget those summer days together... and this city streets are colder now you are gone''.


Podría seguir describiendo los otros temas del disco, pero creo que me perdería en vanas descripciones y anécdotas. Con decir que son tan buenas como las ya nombradas supongo que basta. Hacía tiempo que no escuchaba ''Belief''... pero como todos esos discos especiales para uno, cada escucha te hace descubrir nuevos detalles y nuevas sensaciones y emociones, según cada momento. Por eso, pase una semana, o un mes, o un año de la última escucha, ese trueno silencioso siempre me toca el alma; y estoy seguro de que será uno de los discos que me acompañe el resto de mi vida.