viernes, 25 de febrero de 2011

Rock melódico para la medianoche: Jimmy Harnen - Can't fight the midnight




AÑO: 1989
ESTILO: Hard melódico/AOR
Puntuación: 10/10


En 1989 se publicaron algunos de los mejores discos de rock melódico y AOR, incluyendo trabajos de grupos consagrados. Quizás por eso este 'Can't fight the midnight' pasó sin pena ni gloria y quedó rápidamente olvidado. Solo el tema ''Where are you now?'', que ya había popularizado Jimmy Harnen con el grupo Synch, le proporcionó un breve interés de radios y seguidores del rock americano más comercial. A pesar de todo, en mi opinión, este disco es excelente y bien merece estar entre lo mejor de aquel mágico 89. La calidad está más que justificada, pues Harnen supo bien de quien rodearse; nombres como Michael Thomspon, Steve Lukather, Bill Champlin o Tommy Funderburk adornan, y de que manera, los créditos del album. Y también los temas, que gozan de una muy buena producción y un nivel muy alto.

Para empezar, el trabajo de Harnen a las voces es de sobresaliente; una gran voz con un timbre que puede recordar a Richard Marx, y que cumple las expectativas tanto en baladas como en temas rockeros, que no faltan en este trabajo. ''Hello'' lo confirma, rock americano de la época, estribillo alegre, buenos coros y afinados guitarrazos en onda Bryan Adams. ''When the midnight comes'', comienzo susurrante para acabar con un estribillo arrollador; uno de los mejores temas del disco.

Por supuesto, no faltan las baladas (faltaría más), y tenemos dos maravillosas en este Can't fight the midnight: ''If she cries'', melancólica, llena de sentimiento, voz rasgada acompañada de acústicas y piano... todo lo que se le puede pedir a una balada. La otra es ''Where are you now?'', como hemos dicho antes el gran éxito de Harnen, aunque curiosamente, no es tan buena como la anterior.

Con ''All those tears'' ya entramos en terreno muy melódico y el AOR se hace notar: muchos teclados para este gran tema. ''Little Nikki'' es genial, divertida, casi rock n rollera pero ''I don't mind'' no pasa de ser un buen tema aorero bien ejecutado. Grandes coros y acústicas para el medio tiempo ''No reason in the world'', que hará las delicias de los más sentimentales. Más rock americano de altura con ''Southern lady''': piano y guitarras se entremezclan para dejarnos este tema con gancho. La mejor canción de este trabajo llega con ''For all the wrong reasons'', AOR de lujo con teclados y saxofón de protagonistas. Para acabar, ''Boy in love'', más adult oriented rock de primer nivel.

Definitivamente se nota la participación de gente como Lukather o Champlin. Quizás no entre en los tops de mejores discos del estilo, pero no por mucha diferencia para mi gusto. Un disco extraordinario que no defraudará ni a seguidores del AOR ni a consumidores de rock melódico de calidad.



miércoles, 16 de febrero de 2011

Blue tears: Una máquina del tiempo con destino a los 80's


AÑO: 1990
ESTILO: Hard melódico/AOR
Puntuación: 10/10


Año del Señor 1990. El año fronterizo. Los 80's llegan a su fin y da comienzo una década muy diferente, en el que el panorama rockero cambia diametralmente. Cambia la mentalidad, los intereses... y las ventas de los grupos que llenaban estadios en los 80's caen en picado. Una nueva oleada, el grunge, se hace con el poder, y las atmósferas opresivas, la crudeza y la desafinación, sustituyen a la melodía, los estribillos coreables y los teclados. Ya no mola cantar sobre la chica de tus sueños, lo que mola tu grupo o las fiestas que te pegas; ahora lo que se lleva es el pesimismo, hablar de lo asqueroso que es el mundo y lo injusta que es la vida. Ante semejante panorama, muchos grupos se quedaron en la estacada; grupos que querían triunfar con el AOR y el hard melódico como bandera se encontraron con que habían llegado tarde, y los vientos del cambio se llevaron sus ideas para siempre. Muchos dejaron demos que han perdurado hasta verse publicadas años después en muchos casos... y otros aún tuvieron tiempo de publicar algún trabajo en esos primeros años convulsos de los noventa.

Es el caso de Blue Tears, un grupo americano que en 1990 nos dejó un auténtico clásico del AOR y el hard melódico. Influenciado claramente por Bon Jovi y Def Leppard, el disco que nos ocupa no tiene mucho que envidiar al de esos dos grandes grupos. Se podría hablar de la producción... pero ese detalle para muchos lo hace más mítico todavía; esa producción ochentera y no tan limpia como la de las grandes bandas. Ese sonido, la temática del disco y el estilo que manejaban nos traslada inequívocamente a la década dorada; todo aquí es ochentero, y así queda también reflejado en el vídeo del single que sacaron del primer tema. Sin duda, este es uno de esos trabajos, que vienen a decirnos que tiempos pasados fueron mejores.


El disco es de lo más completo, y mezcla temas más fiesteros y cañeros con baladas y canciones más cercanas al AOR. Teclados, guitarras afiladas, estribillos inolvidables y la voz rasgada de Gregg Fulkerson hacen el resto. Prueba de ello es el primer tema... ''Rockin with the radio''... mejor comienzo, imposible; fiestera, divertida... una canción irrepetible. Con ''Crush'' continúa ese rock fiestero, y esta si nos hace pensar inevitablemente en los coros y guitarrazos de los Def Leppard del 'Hysteria'. En cuanto a baladas, tampoco nos podemos quejar; tres baladones a cada cual mejor: ''Blue tears'', ''True romance'' y ''Halfway to heaven'', todas de un nivel altísimo y con ese feeling ochentero que ya no es posible imitar... especialmente ''Halfway to heaven'', que progresivamente va subiendo de intensidad hasta romperse con el solo de guitarra y la voz de Gregg dándolo todo; imprescindible. Para despedir el disco, un trueno en la noche, y uno de los mejores temas de hard melódico que se haya escuchado nunca: ''Thunder in the night'', estribillo legendario para un tema ideal para acabar cualquier noche veraniega. Inolvidable.



Gregg falleció en 2009, muy jóven y seguramente con muchas ilusiones e ideas. Pero su legado jamás será olvidado; aunque sus trabajos pasaran sin pena ni gloria en las listas de ventas, siempre habrá quien sepa apreciar su talento para crear temas capaces de traer tantos recuerdos y sensaciones. Este disco siempre tendrá un lugar especial dentro del rock melódico y el AOR. En 2005, también se publicaron temas grabados en la época que no pudieron publicar por falta de interés de las discográficas por la caída en picado del estilo; se recopilaron en dos discos que también son muy recomendables y tienen un buen puñado de grandes temas. Pero la magia se quedó aquí, en este disco de 1990, y después de muchos años, podemos seguir recordando y reviviendo sensaciones, como si de una máquina del tiempo se tratara... con la imaginación y darle al play, basta. Gracias Gregg.


martes, 1 de febrero de 2011

Painkiller: El Metal God en su máximo esplendor




AÑO: 1990
ESTILO: Heavy Metal
Puntuación: 10/10

Mi primer recuerdo de este disco data de los años de colegio; se me viene a la mente una escena: un colega 'jevi' con su discman, y este disco original. Claro, viendo semejante portadón (siempre me han gustado este tipo de portadas) tenía que escuchar algo del disco a la fuerza. Me puso, como no, el primer tema, pero enseguida le devolví el discman. Mis gustos por aquel entonces no iban por esos derroteros, y aquel griterío enseguida me espantó.

Por suerte, los gustos musicales muchas veces cambian, evolucionan o simplemente expanden horizontes. Y años después, cuando me interesé de nuevo por los Judas, el Painkiller volvió a mí. En realidad, antes llegaron British steel, Screaming for vengeance, o Defenders of the faith, que fueron los que me han hecho tener a los Judas en el pedestal más alto del metal; el grupo heavy por antonomasía, ni Maiden, ni Black Sabbath, ni nada; los 'Yudas', y sus inconfundibles riffs, sus estribillos coreables y tantos y tantos himnos metaleros... sea como sea, uno de los grandes.

Y fue entonces cuando volví a tener el Painkiller en mis manos, años después de aquella primera y no tan afortunada ocasión. Lo que entonces me parecieron berridos, pasaron a parecerme agudos imposibles; y lo que tildé de ruido, pasé a catalogarlo de imprescindible. Y es que una escucha me bastó para darme cuenta de que estaba ante una obra maestra clave para el heavy metal, pues en aquel momento habría de influenciar a muchísimos grupos venideros. Con una producción sobresaliente, Halford y compañía pillando un poco de aquí, y otro poco de allá, nos brindaron un disco arrollador donde percibimos desde speed metal, a puro heavy tradicional, pasando por algunos momentos de buen thrash, estilo que triunfaba en aquellos momentos, pero al que le quedaba poco de vida.

Como decía antes, el disco es arrollador; su ritmo acelerado no deja respiro, y temazo tras temazo le carga las pilas a cualquiera. Bueno... por lo menos a mí; y es que siempre que lo escucho me animo. Recuerdo que cuando me dió por este disco, fueron varios los días en los que acabada la fiesta y volviendo solo a casa en la madrugada me lo ponía, y claro, hasta que no acababa no me dormía (que locura, pensaréis).

Vamos con las highlights del disco: primer tema, ''Painkiller''... sobran los comentarios, los agudos de Halford no parecen posibles, la guitarra lanza riffs como si de una metralleta se tratara mientras una batería atronadora marca el ritmo; uno de los mejores temas en la historia del metal. ''Hell patrol'', la patrulla del infierno... gran título, y otra exhibición a las voces del Metal God, antológicos los agudos del final. Con el comienzo de ''All guns blazing'' lo primero que te preguntas es si de verdad una garganta humana puede emitir ese sonido; por lo demás, otro tema acelerado e imperdible. Llegamos a uno de los himnos del grupo, ''Leather rebel'', el título lo dice todo, heavy sin concesiones y estribillo muy coreable. Cerramos con ''One shot of glory'', heavy de lujo en el que destaca el potente riff, y otra vez, los agudos de Halford. La manera de cantar de este hombre en este disco solo tiene un nombre: insuperable.


No hace falta desengranar todos los temas; todos están a un nivel similar, lo que hace que el album sea redondo, y, a mi gusto, uno de los mejores discos de heavy metal de la historia, no solo por su calidad, si no por su importancia en un momento clave del género. Por suerte los discos no son como las personas, y siempre están ahí, y el que en su día me espantó, pasó a ser uno de mis favoritos.