miércoles, 31 de agosto de 2011

Gattaca (1997)


Ambientada en una sociedad futura, en la que la mayor parte de los niños son concebidos in vitro y con técnicas de selección genética. Vincent (Ethan Hawke) es uno de los últimos niños concebidos de modo natural, pero nace con una deficiencia cardíaca y no le auguran más de treinta años de vida. Se le considera un inválido y, como tal, está condenado a realizar los trabajos más desagradables. Su hermano Anton, en cambio, ha recibido una espléndida herencia genética que le garantiza múltiples oportunidades. Desde niño, Vincent sueña con ir al espacio, pero sabe que, dada su condición de inválido, nunca será seleccionado. Durante años ejerce toda clase de trabajos hasta que un día conoce a un hombre que le proporciona la llave para formar parte de la élite: adoptar la identidad de Jerome (Jude Law), un deportista que se quedó paralítico por culpa de un accidente. De este modo, Vincent ingresa en la Corporación Gattaca, una industria aeroespacial, que lo selecciona para realizar una misión en Titán. Para hacer frente a las constantes pruebas genéticas a las que es sometido, deberá emplear inteligentemente las muestras de sangre y tejidos que Jerome le prepara. Todo irá bien hasta que el director de la misión es asesinado y la consiguiente investigación le crea dificultades para proseguir con su plan.

País: USA
Director: Andrew Niccol

Gattaca es una de esas cada vez más raras obras cinematográficas tan trabajada en los aspectos técnicos y estéticos, como abundante de reflexiones y profundas ideas. Reflexiones e ideas de mucho interés, sobre tantos aspectos del ser humano, que es imposible quedarse con una sola. La película tiene tantos mensajes, que se trata sin duda de todo un ensayo sobre la condición humana, de sus virtudes y sus defectos.

La película técnicamente es perfecta. Niccol creó una historia y una película inolvidables, gracias a un argumento sumamente original (algo cada vez más raro por desgracia) y a una dirección impecable. La atmósfera minimalista que nos muestra este 'futuro no tan lejano' ayuda a crear ese clima un tanto pesimista, en un mundo que busca la perfección, alejándose del calor humano. La estética y los escenarios consiguen todo esto; vestuarios sumamente cuidados e impresionantes espacios que de verdad consiguen situarnos en un futuro próximo. Sin duda, Gattaca, es toda una lección, además de otras muchas cosas, de hacer ciencia ficción de calidad sin necesidad de impresionantes efectos especiales, ni desvaríos tecnológicos. Solo hace falta inteligencia, originalidad y un guión que atrapa al espectador desde el primer minuto.

El trío protagonista se complementa tan bien, que consigue hacer llegar al espectador lo que sienten. Sus frustraciones, sus sueños... Jude Law hace uno de los papeles de su vida; y Ethan Hawke y Uma Thurman están excelentes en todo momento. Consiguen que no te puedas imaginar esta misma historia con otro reparto.

La lista de grandes frases y escenas memorables de la película, es casi interminable. Gattaca en sí es un continuo desfile de bellas imágenes, y de excelentes diálogos, todo ello complementado con una sublime banda sonora a cargo de Michael Nyman. La originalidad que desprende en cada segundo, es casi inigualable. Por derecho propio, Gattaca ya es un clásico de la ciencia ficción, y una de las mejores películas de los últimos 20 años. Amistad, amor, ilusiones rotas, afán de superación, la lucha tanto interna como con la sociedad por alcanzar un sueño... La ristra de temas que toca la película es tan larga como interesante. Y de un valor espiritual y humano muy alto. Una película inolvidable y maravillosa.

2 comentarios:

  1. La vi cuando era pequeño, pero no me acuerdo absolutamente de nada, así que antes de empezar el curso la veré de nuevo. Un abrazo Javi.

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