lunes, 12 de septiembre de 2011

Psicosis (1960)


Una joven secretaria, tras cometer un robo en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño motel de carretera regentado por un tímido joven llamado Norman. Todo parece normal y tranquilo tanto en el apartado motel como en la casa de al lado en la que viven Norman y su madre, pero las cosas no son lo que parecen.


País: USA
Director: Alfred Hitchcock

Más de 50 años han pasado desde que se estrenara Psicosis, y todavía hoy consigue estremecer y angustiar a quién la ve; se habrán podido hacer muchas películas buscando la provocación del miedo y el terror, pero muy pocas consiguen el efecto que consiguió Hitchcock con Psicosis. En esta película, más que nunca, el maestro del suspense juega con el espectador, llevándole por diferentes estados de ánimo y de tensión mediante pequeños pero significativos detalles, como puedan ser un plano en planta gracias a un movimiento de cámara en grúa o un diálogo al parecer intrascendente, que solo se escucha, pero del que no podemos ver sus protagonistas. Seguramente detallar más ciertos aspectos de la película, ayude a destapar su trama, lo que es todo un inconveniente para aquellos afortunados que aún no la hayan visto, pero que a pesar de ello, y debido a la universal fama del film, lo más probable es que conozcan alguna escena del mismo.

Porque Psicosis es sin duda una de las películas de terror más conocidas de la historia, y una de las más influyentes y significativas también, pues desde su estreno, todo un acontecimiento e impacto en su día, han sido miles las que se han visto influenciadas de una u otra manera por ella. Pocos son los que no conocen la escena de la ducha, todo un logro cinematográfico, que presenta entre 71 y 78 ángulos (el número exacto se desconoce) de cámara y que transcurre en 3 minutos e incluye 50 planos, buscando la mayor subjetividad y detallismo posible. Esta escena, es solo una de las muestras del clima y la atmósfera de tensión y miedo en las que está envuelta Psicosis, gracias a una inmortal banda sonora que incluye la pieza para cuerdas creada por el compositor Bernard Herrmann, y por supuesto, el perfeccionismo de Hitchcock. A destacar también la cuidada fotografía en blanco y negro, y la elección de lugares y escenarios en los que transcurre la historia, desde la carretera de la gran escena del policía, hasta el famoso motel Bates.

La dirección, magistral, consigue contar una historia original que engancha al público desde su comienzo, gracias a inesperados giros de guión a través de los cuales, Hitchcock juega con el público y sus reacciones. En lo que a interpretaciones se refiere, a destacar la de Anthony Perkins, sensacional en un papel nada fácil; y también la de Janet Leigh, que consigue expresar el miedo y la tensión a la perfección.

En definitiva, una rotunda obra maestra del suspense y el terror. Se podría hablar largo y tendido de sus muchas escenas y momentos míticos, pero eso sería destripar una película que ya es difícil ver por primera vez sin saber detalles esenciales de su trama; y su gracia reside en eso: su trama original, llena de giros inesperados, y un final absolutamente espectacular a la par que sorprendente. Una obra de arte inmortal.

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