domingo, 25 de diciembre de 2011
EUROPE - Out of this world (1988)
Facilmente uno de los mejores discos de hard melódico de la historia. Los Europe, después de un pelotazo como fue The final countdown, tenían la complicada tarea de mantener o subir el nivel. Y vaya si lo consiguieron; gracias sobretodo al fichaje de Kee Marcello que venía de grabar un discazo con los Easy Action en los que actuaba de guitarrista y tecladista. En Europe se puso a la guitarra para sacar esta obra maestra, en la que destacan sobretodo Superstitious, o las tres baladas 'Open your heart', 'Coast to coast' y 'Tomorrow'.
DARE - Out of the silence (1988)
Pocos discos alcanzan el nivel de obra de culto, como este. Muy pocos. Los Dare de Darren Wharton debutaron a lo grande, directamente con uno de los mejores discos de AOR de la historia, si no el mejor; y en la música en general, dejando fuera etiquetas y estilos, Out of the silence también merece un lugar especial. Siendo el AOR un estilo más bien underground, la calidad de este trabajo, trasciende más allá del rock melódico, y es reconocida por cualquiera que sepa apreciar y reconocer un disco especial, mágico, irrepetible. La banda galesa del ex-tecladista de thin Lizzy, voló tan alto con este disco, que nadie ha conseguido alcanzar esas cotas de grandeza e inspiración. Cada nota es un compendio de sentimiento, melodía, ilusión; si la perfección existe, este disco sin duda sería el mejor ejemplo.
Imposible destacar una u otra canción; las diez que forman Out of the silence son inmaculadas y transmiten a lo grande lo que el AOR y la melodía en el rock han de ser. Ahí quedan para la eternidad temazos del calibre de Abandon, Heartbreaker o Runaway, cuya carga melódica no les quita un ápice de caracter y espíritu rockero. Raindance es el clímax de la originalidad en este disco; Nothing is stronger than love es tan bella como atemporal, y King of spades toca el corazón de cualquiera. Una obra maestra indiscutible.
ALIEN - S/T (1988)
La portada echa para atrás que no veas. Pero menudo discazo. AOR sueco de primer nivel, y sin duda uno de los mejores trabajos melódicos salidos de tierras escandinavas. AOR elegante, pero a la vez no exento de fuerza. Así lo atestigua ''Tears don't put out the fire'', todo un himno. ''Jamie remember'', ''Brave new world'', ''Touch my fire''... siguen un patrón claramente delimitado por la búsqueda de la melodía, los estribillos y las teclas. Jim Jidhed lo clava a las voces, con un registro y tono ideal para el estilo. ''Only one woman'' es la gran balada del album, que por supuesto, no podía faltar. El debut de Alien es sin duda un imprescindible clásico aorero.
DOKKEN - Tooth and nail (1984)
El primer gran disco de Dokken; y primera punta de ese tridente mágico que forma junto a 'Under lock and key' y 'Back for the attack'. Catalogado por lo general como 'hard rock', el disco mas bien camina por una senda más metalera, gracias sobretodo a la afilada guitarra de George Lynch y sus endiablados solos. La voz melódica de Don Dokken, equilibra la balanza, por lo que quizás lo justo sería situar el album en la frontera entre el hard rock ochentero americano y el melodic metal de la época. 'Just got lucky', 'Into the fire', o la impresionante balada 'Alone again' (una de las mejores baladas del hard rock) son sin duda los highlights de 'Tooth and nail'.
domingo, 9 de octubre de 2011
The seventh one (1988), rock de traje y corbata
AÑO: 1988
ESTILO: AOR
Toda introducción que pueda hacer se quedara corta, pues al hablar de Toto, hablamos de uno de los grupos más grandes, no solo de los 80's, sino de la historia. Con una discografía majestuosa y enormes hits que han calado tanto entre sus fans como entre el público desvinculado del rock en general, el legado de este grupo es impagable e incuestionable, en el AOR y en la música en general, pues se han atrevido con estilos que van desde el progresivo hasta, por momentos, el jazz o el hard rock. Y es que cualquier amante de la buena música que se precie debería tener en su discografía las obras maestras de Toto, entre las que se encuentra el disco que nos ocupa: The seventh one. Toda una lección de clase y elegancia en el rock. Y es que si se juntan genios de la talla de Jeff Porcaro (batería), Steve Lukather (guitarras) o David Paisch (teclados) con la voz tocada por la gracia divina de Joseph Williams, el resultado puede ser de auténtico lujo.
''Pamela'', comienzo espectacular: coros azucarados y una instrumentación descomunal. ''You got me'', sintetizadores al poder, un tema muy Hi-Tech con mucho ritmo. ''Anna'' (muy propio del grupo las canciones con nombre de mujer), una de las grandes baladas del album, deliciosa, irresisitible y sobretodo de muy buen gusto. ''Stop loving you'', uno de los hits del disco, un clásico del AOR, teclados mágicos y un estribillo inolvidable... no se puede cantar mejor. ''Mushanga'', otra exhibición de estos genios, un tema maravilloso que puede recordar a ''Africa'', una de las canciones más conocidas del grupo, pero más lenta y menos comercial. ''Stay away'', otro tema soberbio con un riff potente y distorsionado de guitarra mezclado a la perfección con los teclados cristalinos de Paich y los coros femeninos del estribillo.
No puede ser; rebasamos la primera mitad del disco y Toto nos siguen sorprendiendo con auténticos hits que ya quisieran en su discografía grupos mucho más recordados. ''Straight for the heart'', más teclados mágicos y Joseph Williams haciendo maravillas con esa voz única y perfecta. ''Only the children'', riff ochentero y un estribillo muy pegadizo para acabar con un solo de puro sentimiento. ''A thousand years'', balada lenta, de las más flojitas del disco... pero da igual, sigue siendo muy buena. ''These chains'', otro tema lite con unos solos de auténtico buen gusto a cargo del maestro Lukather. Se acaba el disco y no lo podían concluir mejor: ''Home of the brave'', un tema con mucho sentimiento.
Un album sin desperdicio en absoluto, 11 auténticas exhibiciones de genialidad; puro caviar solo apto para los oídos más finos y los mejores y más exigentes gustos. Un disco que hay que escuchar varias veces antes de sacar conclusiones, para captar sus detalles y entender su contenido. Quién lo consiga, deseará escuchar más de esa voz, y deberá hacerse con el 'Fahrenheit', disco anterior del grupo donde también lo borda Joseph Williams. Luego tendrá que descubrir más melodías únicas con las mágicas notas de la guitarra de Lukather y la batería suave y brillante de Jeff Porcaro (que Dios lo tenga en la gloria), y recurrirá a alguno de los demás discos de la gran y espectacular discografía de Toto. Todos valen la pena, si bien este, The seventh one, está a un nivel más estelar y perfeccionista que el resto. Un 10 rotundo, pero de verdad, un 10 con lo que ello conlleva puntuar un disco: reconocer la perfección más absoluta.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Toto (1978), la primera de muchas alegrías
AÑO: 1978
ESTILO: AOR
A finales de los 70's se seguían asentando los cimientos de un nuevo estilo que tendría su máximo apogeo en los 80's: el AOR. Boston y Toto con sus debuts fueron en gran parte responsables de ello. El primer disco de Toto es un trabajo muy variado y completo, en el que ya se intuye la gran calidad de esta grupo, y en el encontramos desde sonidos que van del funky y soul, al rock/pop.
El comienzo es un buen tema instrumental en onda progresiva. Los ritmos setenteros del soul y el funky los encontramos en ''Georgy Porgy'' y ''You're the flower'', esta última con un gran solo de guitarra de Steve Lukather: tres buenos temas para completar un disco en el que las grandes canciones son otras...
''I'll supply the love'', un potente riff para un estribillo muy melódico y setentero; gran tema.
''Manuela run'', tremendo tema con David Paich a las voces y a las teclas; buenas melodías y un estribillo muy adictivo.
''Girl Goodbye'', más AOR de auténtico lujo; impresionante el solo de Lukather, como de costumbre.
''Rockmacker'', otro tema muy melódico... AOR setentero en su máxima expresión.
''Hold the line'', ¿que se puede decir de esta canción que no se sepa ya? Un clásico absoluto del rock en general; al igual que Sweet home Alabama, o Highway to hell, un tema conocidísimo tanto dentro como fuera del rock. La sensacional mezcla de teclas y el riff potente de guitarra, sumado a la mágica interpretación de Bobby Kimball, hacen de este, un tema imperecedero.
''Angela'', un tema oscuro pero mágico; la primera gran balada de la banda.
Y así acaba un extraordinario debut, al nivel de este enorme grupo. No es su mejor trabajo, evidentemente, pero gran disco de todas las maneras.
martes, 27 de septiembre de 2011
Scenes from a memory (1999), alcanzando la eternidad
AÑO: 1999
ESTILO: Metal progresivo
Año del Señor 1999. Han pasado dos años de la publicación de 'Falling into infinity', quizás el disco menos personal hasta la fecha de Dream Theater. Un trabajo concebido bajo la presión de la discográfica y con tecladista nuevo tras la ruptura de Kevin Moore con la banda neoyorquina. Después de dos discos estelares que practicamente reinventaron y revitalizaron un género moribundo (Awake e Images and words), Falling into inifinity supuso una decepción para muchos. Una tesitura complicada, a lo que hay que añadir otro cambio en el grupo: Jordan Ruddess por Derek Sherinian a las teclas. Y sin duda esta incorporación es una de las claves de la gestación de Metropolis pt. 2: Scenes from a memory; o lo que es lo mismo: una obra maestra atemporal.
Scenes from a memory es un álbum conceptual, que narra una única historia mediante canciones que actúan como 'escenas' y se unen perfectamente entre sí formando un todo, un conjunto complejo que nos va destapando una trama densa como si de una película se tratara. Los temas tratados en dicha historia van desde el amor hasta la muerte o la reencarnación y su ritmo es fluído y sorprendente hasta el final. No solo cuenta el aspecto puramente musical a la hora de evaluar un disco; en este caso el caracter conceptual y la dificultad de crear una historia a partir de la música, son factores que elevan todavía más la grandeza del trabajo.
En lo que a música se refiere, Scenes from a memory también supera cualquier expectativa. Virtuosismo a la par que sentimiento es quizás una buena y resumida descripción de lo que ofrece este disco. Dream Theater consiguió fusionar la destreza y el talento instrumental con el sentimiento y la emotividad que solo la música bien hecha puede ofrecer. Algo posible gracias a la versatilidad de Petrucci, que pasa de atronadores riffs a delicados solos llenos de feeling como si nada; o al inmenso talento de Rudess, que en su debut en Dream Theater ofrece quizás su mejor trabajo, alcanzando unas cotas de creatividad y genialidad impresionantes; o a James Labrie, vilipendiado muchas veces, pero que aquí deja su listón más alto y lo borda en todo momento, demostrando una variedad de registros que ya no volvimos a escuchar. Y que decir de Myung o Portnoy... Solo semejante 'alineación' podía hacer posible algo tan grande como este disco.
Disco que hay que entender como un 'todo', practicamente como una sola canción de 77 minutos; pero que bien podemos separar en escenas para destacar algunas:
-Regression y Overture 1928: Una sesión de regresión hipnótica abre el disco, con una cuenta atrás muy acertada, que se enlaza con la música. A partir de ahí, una impresionante instrumental avisa de que algo grande se avecina. Perfecta para ir abriendo boca.
-Strange Deja-vu: No hay pausas, ni momentos de respiro; aún suena el eco de la instrumental cuando empieza la siguiente escena. Dura y por momentos pesada, de ritmo cambiante, creando diferentes atmósferas mediante los cambios de tempo. Petrucci y Myung protagonistas; tremendos riffs.
-Fatal tragedy: Descomunal. Tema que va subiendo de intensidad hasta estallar en un clímax instrumental en el que Petrucci y Rudess hacen lo que les da la gana. Un tema al alcance de muy pocos.
-Through her eyes: Como hemos dicho antes, también hay sitio para la sensibilidad y el sentimiento. Balada triste, con un gran LaBrie, muy bien acompañado por piano, acústicas y el suave punteo de Petrucci, que demuestra una vez más, que no solo vive de velocidad y técnica.
-Home: Este pasa por ser directamente uno de los mejores temas progresivos de la historia. Casi trece minutos de auténtico derroche de genialidad en todos los aspectos. De ritmo casi hipnótico, la complejidad estructural del tema le viene como anillo al dedo a la historia y su desarrollo.
-The dance of eternity: La instrumental de instrumentales. Sin duda aquí el destacado es Jordan Rudess, que se atreve con todo en este tema de ritmo frenético. No hay palabras para describirlo.
-The spirit carries on: Una de las mejores baladas de Dream Theater. Sublime LaBrie en este tema de aroma claramente pinkfloydiano, muy bien acompañado por una voz femenina, y rematado con dos solos espectaculares de Petrucci, que servirían para definir lo que es feeling a la hora de tocar una guitarra. Inmensa; una canción para la posteridad.
Si el disco acabara aquí, ya sería inmenso, pero todavía queda Finally free, otro de los temas largos, al nivel del resto, y que sin duda es el broche de oro y el mejor final posible para la mejor de las historias. Pocos discos pueden presumir de un contenido tan denso y maravilloso al mismo tiempo como este Scenes from a memory. El cénit creativo de un grupo especial; una de esas maravillas que a veces nos regala el ser humano, arte en estado puro, que envuelve los sentidos y toca el alma. Uno de los mejores discos que se han hecho.
lunes, 19 de septiembre de 2011
Oceanborn (1998), clásico instantáneo
AÑO: 1998
ESTILO: Power/Symphonic Metal
Oscuro, pero bello. Potente, pero sensible. Original, maravilloso, sublime... Pocos discos pueden presumir de merecer esa ristra de calificativos. Oceanborn es uno de ellos, y seguramente me haya quedado corto con esos adjetivos. Hay discos que son impecables, bien ejecutados en todos los aspectos, pero te encuentras muchos a su nivel... les falta algo para destacar. Y después están los discos como Oceanborn; imperecederos, influyentes como pocos y especiales.
En 1998, el grupo finlandés Nightwish, que venía de debutar con un buen album, sorprendió a propios y extraños con esta obra maestra, salida directamente del talento compositivo de Tuomas Holopainen, padre fundador de la banda y autor intelectual de Oceanborn. La inspiración y la genialidad del tecladista del grupo, unido a una Tarja Turunan en quizás su mejor momento, justifican la grandeza del trabajo que nos ocupa. Una Tarja que grabaría el disco con apenas 21 años, dando una auténtica exhibición vocal en todos los sentidos, y adaptándose perfectamente con su voz de soprano al power metal de Nightwish. No hay palabras para describir el trabajo de Tarja en Oceanborn; ni un angel cantaría mejor... una verdadera Diosa que practicamente creó junto a Tuomas un estilo dentro del metal.
Los teclados, y también a veces los sintetizadores, cobran gran importancia en practicamente todos los temas del disco, y unidos a unas guitarras potentes y afiladas, crean un sonido característico y pasajes instrumentales maravillosos, que junto con la voz de Tarja, forman un conglomerado de oro y diamantes. Un producto además, con una producción espectacular, como no podía ser de otra forma. El disco suena potente y a pesar de la saturación instrumental en algunos momentos, todo está en su sitio y no le sobra ni le falta nada.
Describir cada tema del album sería tarea harto complicada, pues faltarían calificativos para ello, pero al menos, y teniendo en cuenta que el disco es redondo y todos los temas son sobresalientes, vamos a destacar unos cuantos:
-Stargazers: Comienzo atronador y trepidante que ya avisa de que estamos ante algo grande; pero grande de verdad. Tarja lo confirma, voz celestial que encaja perfectamente con el decorado instrumental. Voz operística y metal fusionándose a la perfección; lo nunca visto.
-Gethsemane: Los teclados, grandes protagonistas de esta canción, creando melodías mágicas. Tarja por su parte, respaldada certeramente por un coro de voces femeninas, que da todavía más melodía al tema.
-Devil and the Deep Dark ocean: Brutal. Tuomas y Tarja a las voces, en un tema de corte muy duro, con guitarras atronadoras que acompañadas por teclas muy bien elegidas, crean una atmósfera oscura, que va subiendo de intensidad hasta estallar en un clímax con riffs y exhibición de registros y sentimiento interpretativo de Tarja.
-Sacrament of Wilderness: Genial comienzo instrumental para este tema muy powermetalero. Maravillosas voces de nuevo.
-Swanheart: Emotiva balada con violines incluídos y con otro despliegue de talento, técnica y sentimiento de Tarja. Puede parecer repetitivo incidir tanto en el trabajo a las voces de la soprano finlandesa, pero incluso me estoy quedando corto. Simplemente estelar.
-Moondance: Espectacular tema instrumental en el que la banda demuestra su buen hacer. Inicio lento con flauta incluída, y una segunda parte mucho más veloz, a ritmo folk y de melodías tremendamente pegadizas.
- The Pharaoh Sails to Orion: Quizás el mejor tema del disco. Y claro... eso es mucho decir. Épica, colosal, apoteósica. Más de 6 minutos en los que las melodías árabes muy bien buscadas marcan un ritmo que se acelera hasta degenerar en un final trepidante, en el que Tarja directamente deslumbra y deja el listón por las nubes. Casi imposible de superar.
Dicen que el calificativo de 'obra maestra' se utiliza en demasía y exageradamente en muchos casos. Bien, es muy probable que así sea; pero aquí creo que está sobradamente justificada su utilización. Sea cual sea la definición de 'obra maestra', y sean cuales sean los aspectos y características buscados para llegar a tal calificación... Oceanborn los cumple de sobra. Elegante, oscuro, original, perfectamente ejecutado instrumentalmente, a las voces, en lo que a producción y líricas se refiere... El segundo trabajo de Nightwish no tiene fisuras. Al contrario; cada detalle y cada segundo del mismo es arte en estado puro. Obra maestra sin paliativos.
lunes, 12 de septiembre de 2011
Psicosis (1960)
Una joven secretaria, tras cometer un robo en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño motel de carretera regentado por un tímido joven llamado Norman. Todo parece normal y tranquilo tanto en el apartado motel como en la casa de al lado en la que viven Norman y su madre, pero las cosas no son lo que parecen.
País: USA
Director: Alfred Hitchcock
Más de 50 años han pasado desde que se estrenara Psicosis, y todavía hoy consigue estremecer y angustiar a quién la ve; se habrán podido hacer muchas películas buscando la provocación del miedo y el terror, pero muy pocas consiguen el efecto que consiguió Hitchcock con Psicosis. En esta película, más que nunca, el maestro del suspense juega con el espectador, llevándole por diferentes estados de ánimo y de tensión mediante pequeños pero significativos detalles, como puedan ser un plano en planta gracias a un movimiento de cámara en grúa o un diálogo al parecer intrascendente, que solo se escucha, pero del que no podemos ver sus protagonistas. Seguramente detallar más ciertos aspectos de la película, ayude a destapar su trama, lo que es todo un inconveniente para aquellos afortunados que aún no la hayan visto, pero que a pesar de ello, y debido a la universal fama del film, lo más probable es que conozcan alguna escena del mismo.
Porque Psicosis es sin duda una de las películas de terror más conocidas de la historia, y una de las más influyentes y significativas también, pues desde su estreno, todo un acontecimiento e impacto en su día, han sido miles las que se han visto influenciadas de una u otra manera por ella. Pocos son los que no conocen la escena de la ducha, todo un logro cinematográfico, que presenta entre 71 y 78 ángulos (el número exacto se desconoce) de cámara y que transcurre en 3 minutos e incluye 50 planos, buscando la mayor subjetividad y detallismo posible. Esta escena, es solo una de las muestras del clima y la atmósfera de tensión y miedo en las que está envuelta Psicosis, gracias a una inmortal banda sonora que incluye la pieza para cuerdas creada por el compositor Bernard Herrmann, y por supuesto, el perfeccionismo de Hitchcock. A destacar también la cuidada fotografía en blanco y negro, y la elección de lugares y escenarios en los que transcurre la historia, desde la carretera de la gran escena del policía, hasta el famoso motel Bates.
La dirección, magistral, consigue contar una historia original que engancha al público desde su comienzo, gracias a inesperados giros de guión a través de los cuales, Hitchcock juega con el público y sus reacciones. En lo que a interpretaciones se refiere, a destacar la de Anthony Perkins, sensacional en un papel nada fácil; y también la de Janet Leigh, que consigue expresar el miedo y la tensión a la perfección.
En definitiva, una rotunda obra maestra del suspense y el terror. Se podría hablar largo y tendido de sus muchas escenas y momentos míticos, pero eso sería destripar una película que ya es difícil ver por primera vez sin saber detalles esenciales de su trama; y su gracia reside en eso: su trama original, llena de giros inesperados, y un final absolutamente espectacular a la par que sorprendente. Una obra de arte inmortal.
viernes, 9 de septiembre de 2011
Pride of Lions (2003), una bocanada de aire fresco para el AOR
AÑO: 2003
ESTILO: AOR
El mérito de Jim Peterik y Toby Hitchcock al publicar este proyecto de AOR, no solo reside en su calidad y buen hacer. También hay que valorar lo que un disco como este supone para un estilo que lleva casi veinte años moribundo. Si el AOR aún vive, es gracias a discos como el debut de Pride of Lions. Porque podrán salir más discos cada año, pero muy pocos de una calidad y renovación del género que les hagan dignos de estar al mismo nivel que los grandes clásicos. Y este sin duda, es uno de ellos.
Jim Peterik, fantástico compositor (su trabajo en Survivor le respalda sobradamente), y Toby Hitchcock (todo un nuevo descubrimiento gracias a este trabajo) lo bordan y ofrecen un trabajo redondo, elegante; temas que reúnen todo lo que se le puede pedir al AOR, y que recuerdan a los más grandes del estilo... influencias que van desde Survivor (como no...) a Toto, pasando por Journey o Foreigner. Teclados protagonistas, y la melódica voz de Toby, hacen posible ese sonido tan conseguido, que inevitablemente nos recuerda épocas mejores.
'It's criminal', 'Gone', 'Sound of home'... pocos discos de AOR de este siglo pueden presumir de temas como estos, llenos de melodía pero también de fuerza al mismo tiempo. Por supuesto no puede faltar el tema teclero lleno de vitalidad: ''Turn to me''. La totalmente 'Totiana' ''Love is on the rocks'', o la inspiradísima ''Music and me'', completan una selección de grandes canciones que hacen de este un disco casi perfecto. Las baladas, como no podía ser de otra forma, lo bordan: ''Interrupted melody'' y sobretodo la estremecedora ''The last safe place'', con una interpretación sublime de Toby Hitchcock.
Un disco imprescindible dentro del rock melódico, con grandes voces, sobresalientes arreglos y una instrumentación y producción de primera. Uno de los últimos grandes clásicos del género.
jueves, 8 de septiembre de 2011
Senderos de gloria (1957)
En la Francia de 1916, durante la Primera Guerra Mundial, el general Boulard ordena la conquista de una inexpugnable posición alemana y encarga esta misión al ambicioso general Mireau. El encargado de dirigir el ataque será el coronel Dax. La toma de la colina resulta un infierno, y el regimiento emprende la retirada hacia las trincheras. El alto mando militar, irritado por la derrota, decide imponer al regimiento un terrible castigo que sirva de ejemplo a los demás soldados.
País: USA
Director: Stanley Kubrick
''El patriotismo es el último refugio de los canallas''. Esa es una de las frases de Kirk Douglas en Senderos de gloria; parafraseando a Samuel Johnson, así contesta a su superior ante su lamentable indiferencia sobre las muertes de sus soldados. Y es que Paths of glory no deja títere con cabeza, y por eso no se permitió su estreno en varios países hasta algunos años después de su publicación.
La película es todo un alegato antibelicista, y Kubrick no se corta un pelo. La crítica a la deshumanización en las guerras por conseguir simples objetivos materiales, y la bajeza en todos los aspectos de la que hace gala en escenarios bélicos el género humano, son los principales temas de conflicto del film. Pero se pueden extraer más reflexiones de Senderos de gloria, y no solo referentes a las guerras, si no a la sociedad en general; al materialismo, a la corrupción, al poco valor que tienen los ciudadanos 'de a pie'; como los soldados rasos de la película, meros peones en un sistema cada vez más deshumanizado y frío. En ese aspecto, la labor de Kubrick es impecable.
Y en el técnico igual, como siempre. Sobresaliente fotografía, planos para el recuerdo, y unas escenas bélicas muy conseguidas gracias a unos escenarios que recrean muy bien las trincheras y la 'tierra de nadie' de la Gran Guerra. Aunque estas escenas son lo de menos, pues la intención de Kubrick es mostrarnos otra cara de la guerra, no solo la del campo de batalla, porque a veces los enemigos también están en el mismo bando.
Las interpretaciones son excelentes; todas sin excepción. Y por encima del resto, un Kirk Douglas colosal, que se interesó e intercedió por el guión, facilitando que se llevara a cabo. Protagonista absoluto, consigue expresar y contagiar la decepción y tristeza ante lo que ve, y para su desgracia, no está en su mano cambiar. Una película en mayúsculas; cine de verdad.
Solo ante el peligro (1952)
Will Kane (Gary Cooper), sheriff del pequeño pueblo de Hadleyville, acaba de contraer matrimonio con la joven Amy (Grace Kelly). Los recién casados proyectan trasladarse a la ciudad y abrir un pequeño negocio. De pronto, empieza a correr por el pueblo la noticia de que el malvado Frank Miller (Ian MacDonald), un criminal que Kane había atrapado y llevado ante la justicia, ha salido de la cárcel y llegará al pueblo en el tren del mediodía para vengarse de Kane. El tiempo va pasando lentamente, pero nadie en el pueblo está dispuesto a ayudar al sheriff.
País: USA
Director: Fred Zinnemann
Clásico del western americano. Sin duda si por algo destaca 'High Noon' es por su desarrollo en tiempo real. Y esto, junto a la gran dirección de Zinnemann y el inmenso hacer de Carl Foreman con un guión redondo que dosifica y desarrolla la acción descubriendo paulatinamente las circunstancias de los protagonistas, las relaciones entre ellos, para explicar por qué y cómo reacciona cada cual ante lo que se avecina, hace que la historia atrape desde el primer momento.
Grandiosa interpretación de Gary Cooper, que con cada gesto comunica perfectamente los sentimientos contenidos y la tensión que se respira en el film. Tensión muy lograda gracias a una buena banda sonora, una fotografía excelente y el uso de la cuenta atrás hasta las 12 para darle más emoción a la trama. Grace Kelly comparte protagonismo con Cooper, con el mismo resultado en su actuación: excelente.
Una película atemporal, emocionante, y que gracias a los elementos antes mencionados y su corta duración (84 minutos) conseguirá que el espectador mantenga el aliento y la tensión hasta la llegada del tren a las 12. A partir de ahí... todo lo que un buen western puede ofrecer.
Director: Fred Zinnemann
Clásico del western americano. Sin duda si por algo destaca 'High Noon' es por su desarrollo en tiempo real. Y esto, junto a la gran dirección de Zinnemann y el inmenso hacer de Carl Foreman con un guión redondo que dosifica y desarrolla la acción descubriendo paulatinamente las circunstancias de los protagonistas, las relaciones entre ellos, para explicar por qué y cómo reacciona cada cual ante lo que se avecina, hace que la historia atrape desde el primer momento.
Grandiosa interpretación de Gary Cooper, que con cada gesto comunica perfectamente los sentimientos contenidos y la tensión que se respira en el film. Tensión muy lograda gracias a una buena banda sonora, una fotografía excelente y el uso de la cuenta atrás hasta las 12 para darle más emoción a la trama. Grace Kelly comparte protagonismo con Cooper, con el mismo resultado en su actuación: excelente.
Una película atemporal, emocionante, y que gracias a los elementos antes mencionados y su corta duración (84 minutos) conseguirá que el espectador mantenga el aliento y la tensión hasta la llegada del tren a las 12. A partir de ahí... todo lo que un buen western puede ofrecer.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Barry Lyndon (1975)
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País: Reino Unido
Director: Stanley Kubrick
Barry Lyndon surgió de los deseos de Kubrick de hacer una película ambientada alrededor del siglo XVIII. En realidad, Kubrick tenía planeada una cinta sobre Napoléon, personaje del cual el director era fanático. Pero por problemas financieros de la MGM no lo pudo llevar a cabo. Años más tarde se le presentó la oportunidad de hacer una película de aquella época, y la novela elegida fue "Memorias de Barry Lyndon, Esquire" publicada en su forma definitiva en 1856. Kubrick quería hacer una película que a su vez fuera una especie de 'documental' del fascinante siglo XVIII, más concretamente en su segunda mitad. Y vaya si lo consiguió.
La película fue uno de los fracasos comerciales del famoso director. Y a día de hoy, se la recuerda poco en comparación a otras obras de Kubrick ('El resplandor', 'La naranja mecánica', 'Senderos de gloria' etc.)... pero esto no quita que Barry Lyndon sea una película grandiosa y especial. Una verdadera obra maestra, perfecta técnicamente; dirigida de forma excepcional y con un complejo y atrapante guión, que nos lleva a través de la vida del protagonista, un antihéroe, del que el espectador va conociendo sus defectos, sus miedos, sus ambiciones, su debilidad. Porque Barry no es más que otro hombre intentando sobrevivir y alcanzar sus metas, en una época difícil y muy revuelta. Una segunda mitad de siglo XVIII representada con tal cuidado y detalle, que Kubrick consigue de verdad su objetivo de hacer a la vez una especie de documental. Un vestuario increíble, que le valió un oscar, y unos escenarios muy bien elegidos y decorados.
Sin duda si por algo destaca Barry Lyndon es por el trabajo en cuanto a fotografía se refiere. Otro oscar más que merecido, pues cuenta con una de las mejores fotografías de la historia. Con luz natural en todo momento, y unas lentes especiales diseñadas por la NASA, totalmente novedosas en su día, el resultado es mágico; y esto, unido a los bellos paisajes en los que transcurre la historia, hacen que practicamente cada escena sea una obra de arte en sí misma.
Ryan O'Neal, sin ser un gran actor, hace un más que digno papel, y encaja muy bien con el personaje que interpreta, a pesar de que Kubrick no lo quería como protagonista y practicamente le fue impuesto. Marisa Berenson también lo borda, y su belleza es resaltada con el vestuario y maquillaje de la época, elegante a la vez que suntuoso. Otro punto a favor de la película es su maravillosa banda sonora. Encabezada por la majestuosa Sarabanda de Haëndel, cuenta con preciosas composiciones de Schubert o Vivaldi entre otros, que engrandecen aún más cada escena, magnificando su dramatismo.
Admirable y emocionante, hermosa y triste. Pocas veces tres horas de película se hicieron tan cortas. A pesar de no ser tan recordada como otras obras de Kubrick, es una de sus mejores películas; más que una obra maestra, Barry Lyndon es una verdadera obra de arte.
Siglo XVIII. El joven Redmond Barry, huérfano de padre, se ha enamorado de su prima, a la que también pretende el Capitán John Quin. Después de enfrentarse en un duelo del que Redmond resulta vencedor, éste se marcha a Dublín. Decide alistarse en el ejército inglés, donde empieza a desarrollar su enorme habilidad para sobrevivir. Estando en Alemania, se le presenta la posibilidad de desertar, pero es capturado por el Capitán Potzdorf, un oficial prusiano que le ofrece la posibilidad de unirse a sus tropas o ser colgado por desertor. Una vez en el ejército prusiano, tiene la fortuna de salvarle la vida al Capitán Potzdorf, lo que le abre las puertas del servicio secreto prusiano.
País: Reino Unido
Director: Stanley Kubrick
Barry Lyndon surgió de los deseos de Kubrick de hacer una película ambientada alrededor del siglo XVIII. En realidad, Kubrick tenía planeada una cinta sobre Napoléon, personaje del cual el director era fanático. Pero por problemas financieros de la MGM no lo pudo llevar a cabo. Años más tarde se le presentó la oportunidad de hacer una película de aquella época, y la novela elegida fue "Memorias de Barry Lyndon, Esquire" publicada en su forma definitiva en 1856. Kubrick quería hacer una película que a su vez fuera una especie de 'documental' del fascinante siglo XVIII, más concretamente en su segunda mitad. Y vaya si lo consiguió.
La película fue uno de los fracasos comerciales del famoso director. Y a día de hoy, se la recuerda poco en comparación a otras obras de Kubrick ('El resplandor', 'La naranja mecánica', 'Senderos de gloria' etc.)... pero esto no quita que Barry Lyndon sea una película grandiosa y especial. Una verdadera obra maestra, perfecta técnicamente; dirigida de forma excepcional y con un complejo y atrapante guión, que nos lleva a través de la vida del protagonista, un antihéroe, del que el espectador va conociendo sus defectos, sus miedos, sus ambiciones, su debilidad. Porque Barry no es más que otro hombre intentando sobrevivir y alcanzar sus metas, en una época difícil y muy revuelta. Una segunda mitad de siglo XVIII representada con tal cuidado y detalle, que Kubrick consigue de verdad su objetivo de hacer a la vez una especie de documental. Un vestuario increíble, que le valió un oscar, y unos escenarios muy bien elegidos y decorados.
Sin duda si por algo destaca Barry Lyndon es por el trabajo en cuanto a fotografía se refiere. Otro oscar más que merecido, pues cuenta con una de las mejores fotografías de la historia. Con luz natural en todo momento, y unas lentes especiales diseñadas por la NASA, totalmente novedosas en su día, el resultado es mágico; y esto, unido a los bellos paisajes en los que transcurre la historia, hacen que practicamente cada escena sea una obra de arte en sí misma.
Ryan O'Neal, sin ser un gran actor, hace un más que digno papel, y encaja muy bien con el personaje que interpreta, a pesar de que Kubrick no lo quería como protagonista y practicamente le fue impuesto. Marisa Berenson también lo borda, y su belleza es resaltada con el vestuario y maquillaje de la época, elegante a la vez que suntuoso. Otro punto a favor de la película es su maravillosa banda sonora. Encabezada por la majestuosa Sarabanda de Haëndel, cuenta con preciosas composiciones de Schubert o Vivaldi entre otros, que engrandecen aún más cada escena, magnificando su dramatismo.
Admirable y emocionante, hermosa y triste. Pocas veces tres horas de película se hicieron tan cortas. A pesar de no ser tan recordada como otras obras de Kubrick, es una de sus mejores películas; más que una obra maestra, Barry Lyndon es una verdadera obra de arte.
viernes, 2 de septiembre de 2011
La ventana indiscreta (1954)
Un reportero fotográfico (Stewart) se ve obligado a permanecer en reposo con una pierna escayolada. A pesar de la compañía de su bella novia (Kelly) y su enfermera (Ritter), procura escapar al tedio de su convalecencia mirando desde la ventana de su apartamento las viviendas de enfrente. Desde allí, observa meticulosamente la vida de sus vecinos a través de unos prismáticos. Un conjunto de pequeños pero extraños incidentes lo llevan a sospechar de un vecino cuya mujer ha desaparecido misteriosamente.
País: USA
Director: Alfred Hitchcock
La ventana indiscreta, no solo cuenta con una historia en la que el suspense aumenta conforme pasan los minutos. También es toda una lección magistral de como hacer buen cine, sin cambiar de escenario, y con un patio como único e integrante paisaje. Con planos detalle muy bien elegidos, Hitchcock coloca al espectador en la posición del protagonista, y lo único que vemos, es al propio protagonista, y lo que éste capta con sus prismáticos, o con la lente de aumento de su cámara.
La originalidad de la historia, permite que, a pesar de no cambiar nunca de escenario, la película no se haga lenta o aburrida en ningún momento. Eso, y por supuesto el buen hacer del reparto, especialmente del protagonista absoluto, James Stewart, y una muy elegante Grace Kelly, cuya sola presencia magnifica cualquier escena.
Hitchcock a través de esta enigmática ventana nos deja ver al ser humano con sus debilidades, miedos, soledad; tratando temas como la convivencia o la privacidad ante miradas indiscretas, nunca mejor dicho, aspectos que podemos encontrar en cualquier comunidad de vecinos, en cualquier calle. Y por supuesto, recurre al suspense y a las emociones que le brinda la situación del protagonista (y a la vez del espectador): morbosidad, impotencia, incomprensión...
Quizás se le pueda buscar algún que otro fallo, pero en general, la película atrapa desde los primeros instantes y consigue crear una trama llena de tensión y misterio, con algunos toques de humor y romanticismo, que la convierten en otra gran película de Hitch.
Director: Alfred Hitchcock
La ventana indiscreta, no solo cuenta con una historia en la que el suspense aumenta conforme pasan los minutos. También es toda una lección magistral de como hacer buen cine, sin cambiar de escenario, y con un patio como único e integrante paisaje. Con planos detalle muy bien elegidos, Hitchcock coloca al espectador en la posición del protagonista, y lo único que vemos, es al propio protagonista, y lo que éste capta con sus prismáticos, o con la lente de aumento de su cámara.
La originalidad de la historia, permite que, a pesar de no cambiar nunca de escenario, la película no se haga lenta o aburrida en ningún momento. Eso, y por supuesto el buen hacer del reparto, especialmente del protagonista absoluto, James Stewart, y una muy elegante Grace Kelly, cuya sola presencia magnifica cualquier escena.
Hitchcock a través de esta enigmática ventana nos deja ver al ser humano con sus debilidades, miedos, soledad; tratando temas como la convivencia o la privacidad ante miradas indiscretas, nunca mejor dicho, aspectos que podemos encontrar en cualquier comunidad de vecinos, en cualquier calle. Y por supuesto, recurre al suspense y a las emociones que le brinda la situación del protagonista (y a la vez del espectador): morbosidad, impotencia, incomprensión...
Quizás se le pueda buscar algún que otro fallo, pero en general, la película atrapa desde los primeros instantes y consigue crear una trama llena de tensión y misterio, con algunos toques de humor y romanticismo, que la convierten en otra gran película de Hitch.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Gattaca (1997)
Ambientada en una sociedad futura, en la que la mayor parte de los niños son concebidos in vitro y con técnicas de selección genética. Vincent (Ethan Hawke) es uno de los últimos niños concebidos de modo natural, pero nace con una deficiencia cardíaca y no le auguran más de treinta años de vida. Se le considera un inválido y, como tal, está condenado a realizar los trabajos más desagradables. Su hermano Anton, en cambio, ha recibido una espléndida herencia genética que le garantiza múltiples oportunidades. Desde niño, Vincent sueña con ir al espacio, pero sabe que, dada su condición de inválido, nunca será seleccionado. Durante años ejerce toda clase de trabajos hasta que un día conoce a un hombre que le proporciona la llave para formar parte de la élite: adoptar la identidad de Jerome (Jude Law), un deportista que se quedó paralítico por culpa de un accidente. De este modo, Vincent ingresa en la Corporación Gattaca, una industria aeroespacial, que lo selecciona para realizar una misión en Titán. Para hacer frente a las constantes pruebas genéticas a las que es sometido, deberá emplear inteligentemente las muestras de sangre y tejidos que Jerome le prepara. Todo irá bien hasta que el director de la misión es asesinado y la consiguiente investigación le crea dificultades para proseguir con su plan.
País: USA
Director: Andrew Niccol
Gattaca es una de esas cada vez más raras obras cinematográficas tan trabajada en los aspectos técnicos y estéticos, como abundante de reflexiones y profundas ideas. Reflexiones e ideas de mucho interés, sobre tantos aspectos del ser humano, que es imposible quedarse con una sola. La película tiene tantos mensajes, que se trata sin duda de todo un ensayo sobre la condición humana, de sus virtudes y sus defectos.
La película técnicamente es perfecta. Niccol creó una historia y una película inolvidables, gracias a un argumento sumamente original (algo cada vez más raro por desgracia) y a una dirección impecable. La atmósfera minimalista que nos muestra este 'futuro no tan lejano' ayuda a crear ese clima un tanto pesimista, en un mundo que busca la perfección, alejándose del calor humano. La estética y los escenarios consiguen todo esto; vestuarios sumamente cuidados e impresionantes espacios que de verdad consiguen situarnos en un futuro próximo. Sin duda, Gattaca, es toda una lección, además de otras muchas cosas, de hacer ciencia ficción de calidad sin necesidad de impresionantes efectos especiales, ni desvaríos tecnológicos. Solo hace falta inteligencia, originalidad y un guión que atrapa al espectador desde el primer minuto.
El trío protagonista se complementa tan bien, que consigue hacer llegar al espectador lo que sienten. Sus frustraciones, sus sueños... Jude Law hace uno de los papeles de su vida; y Ethan Hawke y Uma Thurman están excelentes en todo momento. Consiguen que no te puedas imaginar esta misma historia con otro reparto.
La lista de grandes frases y escenas memorables de la película, es casi interminable. Gattaca en sí es un continuo desfile de bellas imágenes, y de excelentes diálogos, todo ello complementado con una sublime banda sonora a cargo de Michael Nyman. La originalidad que desprende en cada segundo, es casi inigualable. Por derecho propio, Gattaca ya es un clásico de la ciencia ficción, y una de las mejores películas de los últimos 20 años. Amistad, amor, ilusiones rotas, afán de superación, la lucha tanto interna como con la sociedad por alcanzar un sueño... La ristra de temas que toca la película es tan larga como interesante. Y de un valor espiritual y humano muy alto. Una película inolvidable y maravillosa.
Director: Andrew Niccol
Gattaca es una de esas cada vez más raras obras cinematográficas tan trabajada en los aspectos técnicos y estéticos, como abundante de reflexiones y profundas ideas. Reflexiones e ideas de mucho interés, sobre tantos aspectos del ser humano, que es imposible quedarse con una sola. La película tiene tantos mensajes, que se trata sin duda de todo un ensayo sobre la condición humana, de sus virtudes y sus defectos.
La película técnicamente es perfecta. Niccol creó una historia y una película inolvidables, gracias a un argumento sumamente original (algo cada vez más raro por desgracia) y a una dirección impecable. La atmósfera minimalista que nos muestra este 'futuro no tan lejano' ayuda a crear ese clima un tanto pesimista, en un mundo que busca la perfección, alejándose del calor humano. La estética y los escenarios consiguen todo esto; vestuarios sumamente cuidados e impresionantes espacios que de verdad consiguen situarnos en un futuro próximo. Sin duda, Gattaca, es toda una lección, además de otras muchas cosas, de hacer ciencia ficción de calidad sin necesidad de impresionantes efectos especiales, ni desvaríos tecnológicos. Solo hace falta inteligencia, originalidad y un guión que atrapa al espectador desde el primer minuto.
El trío protagonista se complementa tan bien, que consigue hacer llegar al espectador lo que sienten. Sus frustraciones, sus sueños... Jude Law hace uno de los papeles de su vida; y Ethan Hawke y Uma Thurman están excelentes en todo momento. Consiguen que no te puedas imaginar esta misma historia con otro reparto.
La lista de grandes frases y escenas memorables de la película, es casi interminable. Gattaca en sí es un continuo desfile de bellas imágenes, y de excelentes diálogos, todo ello complementado con una sublime banda sonora a cargo de Michael Nyman. La originalidad que desprende en cada segundo, es casi inigualable. Por derecho propio, Gattaca ya es un clásico de la ciencia ficción, y una de las mejores películas de los últimos 20 años. Amistad, amor, ilusiones rotas, afán de superación, la lucha tanto interna como con la sociedad por alcanzar un sueño... La ristra de temas que toca la película es tan larga como interesante. Y de un valor espiritual y humano muy alto. Una película inolvidable y maravillosa.
viernes, 26 de agosto de 2011
Le Concert (2009)
En tiempos de Brézhnev, Andreï Filipov, el mejor director de orquesta de la Unión Soviética, estaba al frente de la célebre orquesta del Bolchoï. Pero fue destituido, pues se negó a despedir a los músicos judíos, entre los que estaba Sacha, su mejor amigo. Treinta años después, sigue trabajando en el Bolchoï, pero como hombre de la limpieza. Una tarde en que se queda trabajando hasta muy tarde, descubre un fax dirigido al director del Bolchoï, en el que el Teatro del Châtelet invita a la orquesta a dar un concierto en Paris. Entonces, a Andreï se le ocurre una idea peregrina: reunir a sus antiguos amigos músicos con el fin de que suplanten a los músicos oficiales del Bolchoï. Sería una oportunidad única de tomarse la revancha...
País: Francia
Director: Radu Mihaileanu
Hay películas que te dejan con una sonrisa por dentro y por fuera al acabar, de esas películas especiales de las que sabes que hay pocas. 'Le Concert' es una de ellas; y también una muestra de la calidad del cine europeo, y de que las buenas películas de verdad, ya no hay que buscarlas en el aburrido y trillado Hollywood.
Habrá quienes le busquen como defecto, que ciertos aspectos de la trama son muy inverosímiles... puede ser... pero, ¿qué más da? Es una película al fin y al cabo, y cumple su objetivo sobradamente: sorprender, entretener y emocionar al espectador. Muchos cometen el error de andar buscando inexactitudes en el guión en vez de disfrutar de la película y de su mensaje.
'Le Concert' cuenta una historia con un importante trasfondo político (de caracter claramente anticomunista, por cierto) en el que el ritmo ágil del guión nos va llevando por situaciones muy graciosas, con grandes frases y choques culturales que nos dejan escenas para el recuerdo, gracias en gran parte al famoso temperamento ruso. Pero también tiene su parte crítica, y más amarga; la de los sueños rotos, la injusticia, la esperanza perdida y reencontrada... Todo ello perfectamente conseguido gracias a las actuaciones, sobretodo, de Aleksey Guskov, Dmitri Nazarov y una bella y delicada Mélanie Laurent, en un papel diametralmente diferente al que protagonizó en Malditos Bastardos, en esta ocasión cercana y humana, consigue que el espectador sienta lo que ella está sintiendo.
Lo más destacable, sin duda, es el final; de esos finales grandes, de los que confirman que estás viendo una gran película. Y la música... que decir de la música, solo por poder escuchar los dos primeros movimientos del concierto para violín de Tchaikovsky vale la pena ver la película, se sea aficionado o no a la música clásica, pues pocos habrá que no se estremezcan ante tal armonía y perfección musical. Y ese es otra de las cualidades de 'Le Concert', buscar esa fusión entre el 7º arte y la música, para emocionar al espectador.
En definitiva, una película más que sobresaliente, con una magnífica dirección y puesta en escena. Original, emocionante, divertida, irónica, mordaz. GENIAL.
martes, 23 de agosto de 2011
Perdición (1944)
MacMurray es un vendedor de seguros que, en connivencia con Barbara Stanwyck, elabora un plan para asesinar al marido de ella y quedarse con el dinero de su seguro.
País: USA
Director: Billy Wilder
Perdición es una de las obras cumbres del cine negro. Una de las mejores películas que se han hecho, y que junto a 'El apartamento' o 'Testigo de cargo' corona a Billy Wilder como uno de los mejores directores de la historia... Perdición fué una de sus primeras películas, y sin duda una de sus obras cumbres.
La trama engancha desde el primer momento al espectador; algo que en parte se consigue gracias al protagonista, que va narrando la historia desde un momento posterior a todo lo ocurrido; una historia elaborada, que gira alrededor de tres personajes, magnificamente interpretados por Fred MacMurray, Barbara Stanwyck que lo borda en su papel de femme fatale, y sobretodo un estelar Edward G. Robinson, como el sagaz detective de la compañía de seguros a la que los dos anteriores quieren estafar.
Por todo esto, la película es absorbente, con un guión perfectamente elaborado que mantiene el interés en todo momento; la opresiva ambientación conseguida es magnífica y remarca más los temas en torno a los cuales gira la película: el asesinato, el desengaño amoroso, la avaricia... Un clima pesimista muy bien logrado en los momentos oportunos, gracias a la dirección de Wilder, y su genial elección de escenarios, planos e iluminación, que deja escenas para el recuerdo, y que son un verdadero homenaje al cine negro, y tal vez también su cumbre.
No hay espacio para la discusión, Perdición es una película inolvidable, a la que el paso del tiempo ha sentado de maravilla, gracias a su atemporal historia, sus soberbias interpretaciones, y a la inspiración de un Billy Wilder colosal. Todo un clásico del cine en general... una obra maestra inapelable.
Director: Billy Wilder
Perdición es una de las obras cumbres del cine negro. Una de las mejores películas que se han hecho, y que junto a 'El apartamento' o 'Testigo de cargo' corona a Billy Wilder como uno de los mejores directores de la historia... Perdición fué una de sus primeras películas, y sin duda una de sus obras cumbres.
La trama engancha desde el primer momento al espectador; algo que en parte se consigue gracias al protagonista, que va narrando la historia desde un momento posterior a todo lo ocurrido; una historia elaborada, que gira alrededor de tres personajes, magnificamente interpretados por Fred MacMurray, Barbara Stanwyck que lo borda en su papel de femme fatale, y sobretodo un estelar Edward G. Robinson, como el sagaz detective de la compañía de seguros a la que los dos anteriores quieren estafar.
Por todo esto, la película es absorbente, con un guión perfectamente elaborado que mantiene el interés en todo momento; la opresiva ambientación conseguida es magnífica y remarca más los temas en torno a los cuales gira la película: el asesinato, el desengaño amoroso, la avaricia... Un clima pesimista muy bien logrado en los momentos oportunos, gracias a la dirección de Wilder, y su genial elección de escenarios, planos e iluminación, que deja escenas para el recuerdo, y que son un verdadero homenaje al cine negro, y tal vez también su cumbre.
No hay espacio para la discusión, Perdición es una película inolvidable, a la que el paso del tiempo ha sentado de maravilla, gracias a su atemporal historia, sus soberbias interpretaciones, y a la inspiración de un Billy Wilder colosal. Todo un clásico del cine en general... una obra maestra inapelable.
domingo, 21 de agosto de 2011
Berlin Express (1948)
Recién terminada la Segunda Guerra Mundial, un grupo de personas de diversas nacionalidades (un americano, un inglés, un francés, una misteriosa mujer que habla diferentes idiomas, un par de alemanes, ...) viaja de París a Berlín, vía Frankfurt. En el tren, fuertemente vigilado, también ocupa compartimento el doctor Bernhardt, un pacifista cuya misión es unificar Alemania. Un mensaje en clave accidentalmente hallado en una paloma mensajera ha puesto en alerta a militares y servicios secretos. Antes de llegar a Frankfurt, Bernhardt es asesinado, lo que supone el inicio de una complicada trama de espionaje que pondrá en peligro a todos los pasajeros, ahora unidos para desenmascarar al culpable o culpables del homicidio...
País: USA
Director: Jacques Tourneur
Berlin Express, más allá de una mera película, es un valioso documento visual de un valor histórico altísimo. Nada más empezar la película, se avisa que las escenas en Alemania han sido rodadas con el permiso de las fuerzas de ocupación aliadas; es decir, la historia transcurre en la postguerra y al ser de 1948, los escenarios son totalmente reales y tal y como quedaron después de la Segunda Guerra Mundial.
La película cuenta con un narrador en 3ª persona, con el que Tourneur nos introduce a los personajes, y distintas escenas que muestran el proceso de pacificación, en esa Alemania en ruinas después del mayor conflicto armado de la historia. Las imágenes de Berlín y Frankfurt, son impresionantes, y un terrible testimonio de lo que fue aquello.
La historia, corta y con inesperados giros de guión, avanza con ritmo frenético gracias a su elaborada y original trama; y las actuaciones sin ser gran cosa, sin duda no decepcionan, y los actores cumplen el objetivo: el de mostrar esas diferencias y esa rivalidad entre las distintas naciones de las que provienen. Pero volviendo a lo antes comentado, quizás la historia queda en un segundo plano, dado el realismo de los escenarios, y de ese viaje de París hasta Berlin, mostrando escenarios que hasta hacia poco más de 3 años antes del film eran auténticos campos de batalla.
Gracias a ello, y también a la trama, se podría decir que Berlin Express es todo un ejercicio de anti-belicismo, y una llamada a la hermandad y paz entre las grandes naciones protagonistas de una guerra que costó tanto a tantos, en un momento clave de ordenación y pacificación en Europa. Gran película.
lunes, 15 de agosto de 2011
Cherry pie (1990), homenaje a Jani Lane (DEP)
AÑO: 1990
ESTILO: Hard rock
Cherry pie fue el segundo disco de los Warrant del genio Jani Lane. El primero, siendo un gran disco con algunos temas extraordinarios, abrió las puertas del dinero y del éxito a la banda, que sin duda supo aprovechar el momento dulce que vivía el hard rock fiestero mezclado con las power ballads; el talento de Lane hizo el resto, y Cherry pie fue el disco más exitoso del grupo, en gran parte por el potencial hit que resultó ser el tema que daba nombre al disco, del que, sin embargo, Jani Lane, años después, rajaría hasta admitir que se arrepentía de haberlo creado; quizás debido a que la banda quedó algo encasillada en esa canción... Nada más alejado de la realidad, pues Warrant es un gran grupo con muchos temas realmente sublimes. Y en este disco, encontramos varios, detrás de esa facilona y repetitiva ''Cherry pie''.
La misma canción que abre el disco. Como ya hemos dicho, fue el gran éxito del grupo, siendo de las más flojas de este disco. Tema fiestero, con un estribillo coreable y riff de guitarra machacante... en la onda de la época. ''Uncle Tom's Cabin'' ya son palabras mayores; una de las mejores canciones del grupo, con un trabajo de guitarras descomunal y una fuerza arrolladora, la calidad de la banda queda patente aquí. ''I saw red'', sin palabras; una de las mejores baladas del estilo y tal vez del rock. Brillante interpretación de Lane acompañado de acústicas y piano en la primera mitad del tema, para dar paso a las eléctricas con un riff potente que hace de puente para que Lane cambié totalmente la entonación, finalizando el tema con rabia, escupiendo la letra con una voz desgarradora y llena de sentimiento... un tema maravilloso. ''Bed of roses'', temazo con mucho gancho, en el que los teclados ayudan a crear ese estribillo tan pegadizo. ''Sure feels good to me'', hard rock rápido, sin concesiones, con un solo de guitarra vertiginoso. ''Love in stereo'', enorme tema de puro rock 'n' roll, con piano incluído; marchosa a más no poder. ''Blind faith'', de nuevo, baladón: acústicas para la intro y comienzo lento, hasta que el tema adquiere intensidad en el estribillo; grandes coros. ''Song and dance man'', en la línea de ''Uncle Tom's cabin'', salvando las distancias, pero aún así muy buena. ''You're the Only Hell Your Mama Ever Raised '', más dosis de hard rock ochentero de buena cosecha. ''Mr Rainmaker'', otro tema extraordinario que deja claro que Warrant no son un simple grupo de tres hits hiper comerciales y con los mismos clichés de tantas otras bandas de la segunda mitad de los 80s... y para terminar de confirmarlo, ''Train train'', buen tema con tintes sureños y con acertadas notas de harmónicas.
Contrario a lo que muchos puedan imaginar de este album, Cherry pie es mucho más que el hit de mismo nombre y la power ballad de turno. Incluso me atrevería a decir que ''Cherry pie'' es la peor canción del disco, ya que casi todas las demás son de un nivel superlativo. ''I saw red'' o ''Uncle Tom's cabin'' no están al alcance de cualquier grupo. Una discazo sin desperdicio.
martes, 9 de agosto de 2011
Con la muerte en los talones (1959)
Debido a un malentendido, a Roger O. Thornhill, un ejecutivo del mundo de la publicidad, unos espías lo confunden con un agente del gobierno llamado George Kaplan. Secuestrado por tres individuos y llevado a una mansión en la que es interrogado, consigue huir antes de que lo maten. Cuando al día siguiente regresa a la casa acompañado de la policía, no hay rastro de las personas que había descrito.
País: USA
Director: Alfred Hitchcock
'Con la muerte en los talones' es frecuentemente considerada una de las mejores películas del maestro del suspense, Alfred Hitchcock... y eso es mucho decir, dada su gran y majestuosa filmografía. Pero no es para menos, pues la película es genial en todos los sentidos. Un auténtico clásico, totalmente atemporal, clave en su momento, y sumamente influyente para el cine de acción y de espías posterior.
Utilizando como punto de partida una de sus situaciones preferidas (la del hombre común que por un giro imprevisible del destino se ve involucrado en una situación excepcional), Alfred Hitchcock dejó una verdadera obra maestra del cine; impecable en todas las facetas, pues tiene un guión original y muy ágil, actuaciones memorables de los protagonistas, una banda sonora sobresaliente, y sobretodo una fotografía y dirección insuperables. Cada escena es una lección de cine, y los escenarios no pueden estar mejor elegidos y representados, llenos de detalles y de realismo. Tanto los primeros planos como los panorámicos, son acertadamente elegidos, para que el espectador siga la historia y se sienta parte de ella. Para el recuerdo y la historia del cine quedarán la escena de la avioneta, o la del Monte Rushmore al final del film.
En cuanto a los actores, el protagonista absoluto es Cary Grant, que hace un papelón como Roger Thornhill el despreocupado y espabilado ejecutivo publicitario que se ve por una confusión, envuelto en una trama llena de situaciones inverosímiles. La bella Eva Marie Saint como la enigmática Eve Kendall y James Mason y Martin Landau como 'los malos' de la historia, completan el reparto de protagonistas.
Sin duda una película especial, mítica, llena de detalles, frases para el recuerdo, escenas inolvidables, y con una historia adictiva con situaciones repletas desde acción hasta humor; porque de esto último, también lo tiene 'Con la muerte en los talones', y mucho. Rotunda obra maestra.
lunes, 8 de agosto de 2011
The Majestic (2001)
El guionista Peter Appleton se ve obligado a huir de Hollywood a causa de la caza de brujas emprendida por el senador McCarthy en la década de 1950. Peter sufre un accidente de coche que le deja amnésico y es rescatado por los habitantes de un pueblo cercano...
País: USA
Director: Frank Darabont
Después de dirigir 'Cadena perpetua' y 'La milla verde', quizás el listón estaba demasiado alto para Frank Darabont, que en el 2001 nos dejó este film aclamado por una parte de la crítica y vapuleado por otra.
'The Majestic' no llega al nivel de las dos antes nombradas, pero es una gran película, que cuenta una bonita historia con un regusto a cine clásico que le da ese toque especial para hacerla destacar de la mayoría de películas actuales. Que la historia transcurra en los USA de los 50's ayuda bastante, y la ambientación es excelente y cuidada al máximo detalle. La película a pesar de contar con un excepcional Jim Carrey que vuelve a demostrar que puede actuar tan bien en un drama como en una comedia, fue un sonoro fracaso en las taquillas y acusada de sensiblera e inverosímil. Sensiblera tal vez, pero... ¿acaso es algo malo eso?, e inverosímil... pues no deja de ser una película ficticia al fin y al cabo.
La historia atrapa desde su comienzo, y las geniales actuaciones de sus protagonistas, especialmente de Carrey y Martin Landau, hacen el resto. Quizás el mérito de la película está en su capacidad de emocionar pero también de sacarle la sonrisa al espectador. Puede pecar algún detalle o escena de americanada, pero teniendo en cuenta la crítica que lanza el film ya casi al final a esa caza de brujas que se dió en USA durante la Guerra Fría, es algo más que perdonable. Cuando quieren, los cineastas norteamericanos también son autocríticos. Gran película.
Director: Frank Darabont
Después de dirigir 'Cadena perpetua' y 'La milla verde', quizás el listón estaba demasiado alto para Frank Darabont, que en el 2001 nos dejó este film aclamado por una parte de la crítica y vapuleado por otra.
'The Majestic' no llega al nivel de las dos antes nombradas, pero es una gran película, que cuenta una bonita historia con un regusto a cine clásico que le da ese toque especial para hacerla destacar de la mayoría de películas actuales. Que la historia transcurra en los USA de los 50's ayuda bastante, y la ambientación es excelente y cuidada al máximo detalle. La película a pesar de contar con un excepcional Jim Carrey que vuelve a demostrar que puede actuar tan bien en un drama como en una comedia, fue un sonoro fracaso en las taquillas y acusada de sensiblera e inverosímil. Sensiblera tal vez, pero... ¿acaso es algo malo eso?, e inverosímil... pues no deja de ser una película ficticia al fin y al cabo.
La historia atrapa desde su comienzo, y las geniales actuaciones de sus protagonistas, especialmente de Carrey y Martin Landau, hacen el resto. Quizás el mérito de la película está en su capacidad de emocionar pero también de sacarle la sonrisa al espectador. Puede pecar algún detalle o escena de americanada, pero teniendo en cuenta la crítica que lanza el film ya casi al final a esa caza de brujas que se dió en USA durante la Guerra Fría, es algo más que perdonable. Cuando quieren, los cineastas norteamericanos también son autocríticos. Gran película.
domingo, 7 de agosto de 2011
Autumnal (2009), una verdadera obra de arte
AÑO: 2009
ESTILO: Symphonic metal
Uno de los mejores discos que se han hecho nunca en este país. Así de claro. Autumnal es una verdadera obra de arte; un disco que va más allá de un mero estilo o tipo de música, pues mezcla perfectamente géneros tan dispares como el metal o la música clásica, fusionando orquestas, coros, guitarras, bajo y baterías en temas de una complejidad impresionante, pero no por ello cargantes o aburridos. Todo lo contrario, pues todas las canciones del disco comparten características que los hacen geniales: estribillos coreables, coros opulentos, pasajes instrumentales fantásticos... características que no hubieran sido posibles sin la sobresaliente producción de la que hace gala este trabajo, a cargo de Luigi Stefanini y Enrik García (guitarrista del grupo).
El gran mérito de este disco, y lo que lo hace especial, es esa capacidad de transportarnos a otras épocas, pues tiene elementos tan diversos, que unas veces nos podrán sonar medievales, otras barrocos, otras neoclásicos y otras góticos. Sin duda todo un alarde de genialidad, y algo que convierte a este disco en algo especial y único. Las orquestas, el trabajo impresionante a las guitarras de Enrik (que se erige como uno de los mejores guitarristas nacionales), la pomposidad en algunos pasajes, los impresionantes coros y acompañamientos de voces femeninas, hacen posible esa conceptualidad del disco, y crean un estilo practicamente personal y único.
La primera canción es prueba de todo lo que se ha comentado hasta ahora... 'Swan Lake', versión acelerada de 'El lago de los cisnes' de Tchaikovsky, es una rotunda obra maestra, un tema al alcance de pocos grupos hoy en día... 8 minutos de genialidad, talento, virtuosismo y perfección. Le sigue '0n the hill of dreams', single del album; un tema con teclas y de ritmo más lento, casi de medio tiempo... toda una muestra de elegancia y melodía. 'Phantom queen' por su parte, tiene un corte más folk, medieval, y un estribillo lleno de fuerza y epicidad.
Pomposidad y tempo otra vez acelerado es lo que encontramos en 'Faustus', tema en el que destacan los cambios de ritmo y los coros, atención también al solo de guitarra de Enrik... impresionante. El neoclacisismo de 'Don't look back', la épica de 'When the sun is gone', la grandilocuencia de 'For her', el goticismo de 'The enchanted forest', o el final puramente sinfónico con la instrumental 'Fallen leaves waltz', completan una de las obras cumbres del symphonic metal, y casi que de la música en general.
Un grupo infravalorado, pero de un talento, una capacidad compositiva y una calidad increíbles. A parte de Enrik García al que ya hemos destacado, convendría también hacerlo con Alfred Romero, que hace un trabajo inmejorable a las voces, demostrando una evolución y mejoría respecto a trabajos anteriores dignas de aplauso. En definitiva, un trabajo descomunal, un disco irrepetible, una obra maestra atemporal.
jueves, 4 de agosto de 2011
Más allá de la duda (1956)
Un escritor intenta demostrar la deficiencia de las leyes y la ineficacia de la policía, colocando falsas pruebas contra sí mismo en un caso de asesinato.
Dos iconos del cine negro, Fritz Lang como director, y Dana Andres en el papel protagonista, nos dejan este film, intenso, de apenas 80 minutos y con un guión lleno de giros inesperados. En blanco y negro y en muchas situaciones, con la oscuridad de la noche, la atmósfera nos mete de lleno en la historia.
Andrews interpreta a un escritor en busca de la historia perfecta para su nuevo libro. Su futuro suegro le da la idea: aprovechando un asesinato archivado por falta de pruebas, escribir sobre el imperfecto sistema judicial norteamericano, y en concreto, sacar a la luz los pocos escrúpulos de los fiscales, capaces de todo para arrancar veredictos de culpabilidad sin apenas pruebas. El osado escritor se meterá de lleno en la historia de la chica asesinada, poniendo en peligro su trabajo y su futuro matrimonio.
La emoción y la incertidumbre están garantizadas hasta el final. Destacar también, el papel de Joan Fontaine, siempre deslumbrante, que como siempre, brilla con luz propia en esta película oscura y muy entretenida.
País: USA
Director: Fritz Lang
Director: Fritz Lang
Dos iconos del cine negro, Fritz Lang como director, y Dana Andres en el papel protagonista, nos dejan este film, intenso, de apenas 80 minutos y con un guión lleno de giros inesperados. En blanco y negro y en muchas situaciones, con la oscuridad de la noche, la atmósfera nos mete de lleno en la historia.
Andrews interpreta a un escritor en busca de la historia perfecta para su nuevo libro. Su futuro suegro le da la idea: aprovechando un asesinato archivado por falta de pruebas, escribir sobre el imperfecto sistema judicial norteamericano, y en concreto, sacar a la luz los pocos escrúpulos de los fiscales, capaces de todo para arrancar veredictos de culpabilidad sin apenas pruebas. El osado escritor se meterá de lleno en la historia de la chica asesinada, poniendo en peligro su trabajo y su futuro matrimonio.
La emoción y la incertidumbre están garantizadas hasta el final. Destacar también, el papel de Joan Fontaine, siempre deslumbrante, que como siempre, brilla con luz propia en esta película oscura y muy entretenida.
La extraña pareja (1968)
Dos divorciados deciden compartir un apartamento en Nueva York, pero sus caracteres y sus estilos de vida son absolutamente incompatibles. La obsesión por la limpieza y el orden del meticuloso Felix (Lemmon) resulta desesperante para Oscar (Matthau), capaz de desordenar el apartamento a la velocidad del rayo.
País: USA
Director: Gene Saks
Director: Gene Saks
Genial comedia, de finales de los 60's, pero aún así muy actual; y también diría que atemporal, pues la trama parte de algo tan básico como la convivencia entre dos compañeros de piso. En este caso, dos amigos, divorciados, y muy diferentes; uno, obsesionado con el orden y la limpieza, y el otro, el desorganizado, el desastre andante... Jack Lemmon y Walter Matthau respectivamente, quienes hacen un gran papel, y forman una pareja de leyenda, con mucha química y momentos desternillantes. El guión, ágil y original, coloca a los protagonistas en situaciones tan divertidas como inverosímiles, y la mayor parte del mismo casi podría parecer una obra de teatro, al transcurrir en el apartamento que ambos protagonistas comparten.
Grandes frases, momentos muy divertidos, personajes entrañables... todo lo que se le puede pedir a una comedia. Peliculón.
Grandes frases, momentos muy divertidos, personajes entrañables... todo lo que se le puede pedir a una comedia. Peliculón.
martes, 26 de julio de 2011
Nightfall in Middle Earth (1998), obra maestra conceptual
AÑO: 1998
ESTILO: Power metal
Después de publicar una obra maestra como es Imaginations from the other side (1995) el grupo alemán de power metal por excelencia tenía muy complicado superar o al menos igualar el listón alcanzado con aquel trabajo, y más teniendo en cuenta la competencia que imperaba en esos años en los que empezaba a extenderse el nuevo género metalero del doble bombo y los temas épicos. Pero tres años después lo consiguieron, pues Nightfall in Middle Earth (1998) es por lo menos del nivel del anterior y aclamado disco del grupo. Un trabajo que serviría perfectamente para definir lo que es un disco conceptual, ya que está totalmente inspirado por la obra de Tolkien 'The silmarillion' , el cual narra los principios de la Tierra Media y de todo ese mundillo, escenario también de la mucho más conocida historia de 'El señor de los anillos'. Prueba de ello, además de la portada (muy del estilo Blind Guardian), es el hecho de que 11 de las 22 pistas, son interludios o diálogos que recrean acontecimientos de la obra antes mencionada, y que obviaremos debido a su complejidad. Quizás este caracter tan conceptual del disco, haga que a los menos interesados en las letras o temática de los discos, se les haga un poco cuesta arriba. Pero las canciones seguro que no decepcionan a los seguidores del power metal.
Sin duda las highlights del disco son:
-Into the storm: uno de los temas más 'heavys'. Veloz y cañera, una canción arrolladora de principio a fin. Estribillo coreable, y un trabajo de guitarras excepcional, como en todo el disco.
-Nightfall: de caracter mucho más folk y con un Hansi mostrando sus diferentes registros, el tema va de menos a más hasta estallar en un estribillo melódico con grandes coros. Temazo.
-The curse of Feanor: aquí el que destaca es Stauch a la batería. Sonido atronador, producción brutal y una majestuosidad que pocos grupos consiguen. Uno de los mejores temas de la discografía de los teutones.
-Blood tears: comienzo lento y melancólico con electroacústicas de fondo que se rompe radicalmente en un ritmo mucho más metalero y frenético. Grandes cambios de ritmo para este tema en el que la banda muestra su potencial y el gran momento que vivían, tanto en composición como producción.
-Mirror mirror: un himno del metal. Quizás la canción power por excelencia; epicidad al límite en este tema en el que destacan los coros y sobretodo un trabajo de guitarras casi inhumano. Brutal.
-Thorn: medio tiempo de más de 6 minutos en el que vuelven a destacar los coros, especialmente en el estribillo, y los riffs atronadores que marcan el tempo del tema.
-The Eldar: balada melancólica a piano, en la que Hansi muestra su versatilidad. Un tema muy diferente al resto, pero que no desentona para nada en el conjunto.
En conclusión, sobresaliente trabajo, de un mérito enorme, y de una originalidad y complejidad indiscutibles. Una de las obras cumbres del power metal.
sábado, 23 de julio de 2011
Destroyer (1976), en la cima del mundo
AÑO: 1976
ESTILO: Hard Rock
Después de un inmenso debut, dos discos con grandes temas pero con producciones mejorables, y un directo polémico, pero igualmente espectacular, los Kiss se desmarcaron definitivamente con este disco en 1976. Porque Destroyer lo tiene todo, y es sin duda uno de los mejores trabajos del grupo más espectacular que ha visto este mundo; y con la discografía de estas leyendas del rock eso es mucho decir. En este disco encontramos una continuación del rock de los tres anteriores, pero con una producción de mucho mayor nivel (a cargo de Bob Ezrin) y mejores composiciones. Todo brilla aquí; incluso los temas con Simmons a las voces... hasta parece que cante bien y todo.
Lo primero que llama la atención del Destroyer, es su portada, mítica ya; sin duda el primer gran acierto. Y en lo estrictamente musical, nueve canciones, a cada cual mejor. Nueve temas con vida propia a los que no les falta ni les sobra nada. Que mejor forma de abrir un disco que con 'Detroit rock city', uno de los temas insignia de la banda, que no puede faltar en ningún concierto o recopilatorio; grandes riffs y un estribillo memorable. Un comienzo espectacular para los reyes de la noche, porque 'Detroit rock city' deja paso sin pausa alguna a 'King of the night time world'... otra vez Stanley a las voces para este tema fiestero, corto pero intenso. La tecera canción, 'God of thunder' es de ritmo más lento y pesado, otro clásico de Kiss, interpretado por Simmons, y de un corte muy metalero. Un tema avanzado a su época.
Grandes expectativas. Eso es lo que produce el principio de 'Great expectations', con ese comienzo melódico que si has crecido con esta música te emociona cuando la vuelves a escuchar después de un tiempo sin hacerlo. Gran papel otra vez del Demonio a las voces. Con 'Flaming youth' vuelven los Kiss fiesteros; pocos temas pueden generar el buen rollo que nos brinda este temazo. Superada la mitad del disco, y siguen sonando grandes canciones: 'Sweet pain', de las más flojitas, pero es que aún así es genial, otra vez buenrollismo a tope con este tema de estribillo muy pegadizo; 'Shout it out loud', un verdadero himno de la banda, al igual que 'Rock N Roll all nite', corta pero intensa, divertida, adictiva... lo dicho: un himno rockero.
Ya lo habíamos dicho antes, Destroyer lo tiene todo, y la balada de turno no podía faltar. Peter Criss interpreta quizás la balada por excelencia de Kiss: 'Beth'. Melancólica y perfecta; solo la voz de Criss, el piano y una pequeña orquesta de cuerda para un tema muy diferente a lo que la banda había mostrado hasta el momento... otro gran acierto, pues el tema tuvo bastante éxito, y gracias a su sencillez el Gato podía interpretarlo aceptablemente hasta borracho en los conciertos. Para cerrar disco, 'Do you love me?', otro excelente tema rockero con un riff hard rockero a cargo de Frehley.
Un disco redondo, mítico y sobretodo especial. El sonido que se consiguió en este trabajo es único, y le da un toque mágico a todas y cada una de las canciones que lo componen. Por eso, estamos hablando sin duda de un clásico del rock en general, y un disco de cabecera para todos aquellos que crecieron con él... ya fuera en la época dorada de Kiss, o actualmente, porque Kiss son especiales, y si algo no les faltará nunca, además de dinero, son fans en cada generación. OBRA MAESTRA
jueves, 21 de julio de 2011
Carta de una desconocida (1948)
Viena, 1900. Stefan Brand, un famoso pianista, recibe una carta de una mujer con la que mantuvo, en el pasado, una relación amorosa que ya no recuerda. Lisa es para él una desconocida, alguien que ha pasado por su vida sin dejar huella. Y, sin embargo, ella sigue apasionadamente enamorada de aquel joven músico que conoció cuando era todavía una adolescente. |
País: USA
Director: Max Ophüls
Con una carta de alguien ya enterrado en la memoria; así comienza esta maravillosa película. Un drama de los que ya no se hacen... una historia de amor inolvidable, directa al corazón. Cruel, pero hermosa a la vez; y eso es lo que la hace tan especial.
Eso, y las geniales actuaciones de los dos protagonistas, por supuesto; Louis Jourdan en su papel de vividor despreocupado, y la bella y deslumbrante Joan Fontaine, que borda su actuación, desde la adolescente tímida hasta la mujer elegante y sofisticada, atrapada en sus recuerdos. Por otra parte la acertada música y la genial ambientación, crean el escenario perfecto para esta historia. Es un placer poder ver la Viena de principios del siglo pasado, con sus calles empedradas transitadas por caballos y carruajes, los parques nevados, y los diferentes establecimientos y localizaciones por los que va transcurriendo la historia, llenos de detalles. Por otra parte, el cuidado vestuario de la época, también perfectamente representado.
Sin duda un film para el recuerdo, conmovedor, y con un final magistral. Obra maestra.
miércoles, 20 de julio de 2011
Assault attack (1982), un clasicazo
AÑO: 1982
ESTILO: Hard Rock
Tercer disco del grupo del guitarrista alemán, esta vez con el gran Bonnet a la voz. Después de dos grandes trabajos, es en este disco donde el grupo alcanza su máximo nivel, con un inspiradísimo Schenker, y un Graham Bonnet imbatible, quizás en su mejor estado de forma. Ahí están como prueba 'Assault attack', 'Rock you to the ground' o 'Samurai', en los que Bonnet hace gala de su potente voz, y Schenker de variados riffs y solos de guitarra, en una mezcla explosiva en la frontera entre el hard rock y el heavy metal.
De corte más melódico, 'Dancer' o 'Broken promises', la primera con un estribillo muy pegadizo y la otra con un ritmo más lento y con uno de los mejores solos de Schenker; sin duda grandes temas. Otra de las joyas de esta obra magna es 'Desert song', también menos 'metalera' que otras canciones del disco, pero igualmente sublime, con uno de los riffs más míticos del alemán. Para terminar: 'Ulcer', temazo instrumental en el que se da una lección de buen guitarreo hard rockero.
El dúo Schenker-Bonnet solo nos dejó este trabajo, pero... ¿para qué más? Un jodido clásico.
jueves, 14 de julio de 2011
Chicago - 19 (1988); AOR de bandera
AÑO: 1988
ESTILO: AOR
Consolidados ya como una de las más grandes bandas americanas, con una prolífica y exitosa discografía abarcando jazz y rock a partes iguales, y habiendo conseguido un estilo propio y característico, Chicago se abonó al soft rock y se acomodó durante los 80's en el AOR más comercial, rozando el Westcoast por momentos, para decepción de muchos de sus antiguos seguidores. En 1988, con Peter Cetera haciendo carrera en solitario, pero con unos talentosos Jason Scheff y Bill Champlin, Chicago publicó '19', para fortuna de los fans de la etapa más AOR del grupo, que ya se había consolidado con el anterior album de la banda (18). 19 no obtuvo ni el éxito ni el reconocimiento de los primeros discos del grupo, pero no deja de ser para muchos, sobretdo amantes del rock melódico y del AOR, un disco redondo, lleno de temas de bella factura y con una producción excelente a cargo de Ron Nevison (quién también produjo el posterior Twenty 1) y Chas Sandford (I-Ten).
Sin duda el disco no tiene desperdicio alguno: diez temas de AOR de auténtico lujo, pero con ese inconfundible sonido a Chicago, pues saxofón y trompetas tienen un papel importante durante toda la obra. Quizás para algunos haya exceso de baladas, pero casi todas son power ballads ejecutadas magistralmente para darles esa intensidad y sentimiento gracias a las interpretaciones de Scheff y Champlin y la inestimable colaboración de Dann Huff a las guitarras. También cobran protagonismo los teclados, que acercan al grupo a un sonido todavía más AOR, presente en practicamente todas las canciones.
Es el caso de ''Heart in pieces'', una magnífica versión del tema original de Tim Feehan de su disco Full contact publicado un año antes; inicio a capella, estribillo muy pegadizo y protagonismo de los teclados con las trompetas de fondo. A continuación, primera balada del disco, ''I Don't Wanna Live Without Your Love'', enorme tema a cargo de Diane Warren que va subiendo de ntensidad hasta estallar con el solo de guitarra: una de las mejores baladas de los 80's. Quizás la canción de menor calidad sea la tercera: ''I stand up'', un tema con ritmo, que casi pasaría por Hi-Tech y que desentona un poco en comparación con las demás. Sin embargo, el nivel de las dos primeras se recupera con grandiosas baladas como ''We Can Last Forever'' y la maravillosa y emotiva ''What Kind Of Man Would I Be?''.
Entre ambas, encontramos la pegadiza y elegante ''Come In From The Night'', y el gran éxito del álbum: ''Look away'', dulces teclados y perfectos coros para todo un clásico aorero que llegó al número uno en USA. En esa misma línea melódica se encuentra ''Runaround'', un soberbio medio tiempo en el que la trompeta y el trombón pierden protagonismo y se camuflan entre guitarras y teclados. 'You're not alone'' es tal vez el mejor tema de este trabajo; estribillo demoledor y una interpretación colosal de Champlin, redondeados con un desgarrador solo de guitarra. Cierra ''Victorious'', un lento de mucha calidad que puede recordar a Toto por momentos.
Está claro que con 19, Chicago no nos descubrieron nada nuevo ni innovador como hicieran a principios de los 70's; pero no por ello deja de ser un disco repleto de temas perfectos e inolvidables dentro del rock más melódico, y todo un clásico del género, que al menos un servidor da el lugar que cree que le corresponde: el de obra maestra.
martes, 12 de julio de 2011
Defenders of the faith (1984), uno de los mejores discos de los Judas
AÑO: 1984
ESTILO: Heavy metal
La pequeña isla de Ibiza, famosa sobretodo por ser el destino preferido por muchos para pasar un verano de lo más fiestero, es también el lugar donde se empezó a gestar este Defenders of the faith, pues en esta ciudad fue grabado el que es sin duda uno de los mejores discos de heavy metal de los 80's. Siguiendo el camino que venían trazando con Screaming for vengeance, este disco define perfectamente a los Judas ochenteros. Heavy Metal en estado puro, temas veloces y cañeros, riffs machacones, afilados solos de guitarra, y por supuesto, el Metal God en uno de sus mejores momentos y haciendo gala de esos agudos imposibles que encontrarían su cénit en el Painkiller. El comienzo con 'Freewheel burning' y 'Jawbreaker' lo confirma; temazos arrolladores para ir abriendo boca. 'Rock hard ride free' por su parte destaca por ese estribillo tan coreable, que hace de este tema todo un himno metalero. Quizás el mejor tema del disco viene a continuación: 'The sentinel', totalmente 'made in' Judas, esta canción nos recuerda todavía más que las anteriores al sonido del 'Screaming...'. Después de este inicio sobresaliente llegan dos temas cortados por el mismo patrón: un estribillo muy pegadizo y un caracter quizás algo más accesible, por decirlo de alguna manera: 'Love bites' y 'Eat my alive'. Para destacar un último tema: 'Some Heads Are Gonna Roll', con un ritmo más desacelerado pero conservando toda la fuerza y el caracter metalero que tan bien imprimen los Judas a las canciones de todo el album. Sin duda una continuación impecable del mítico Screaming for vengeance, quizás menos recordado que aquel album, o que el British Steel o el Painkiller, pero no por ello menos bueno. DISCAZO.
domingo, 10 de julio de 2011
Arc of the dawn (2009), un disco a reivindicar
AÑO: 2009
ESTILO: AOR
Dare consolidaron un estilo propio que venía gestándose desde el Calm before the storm con el Belief, donde consiguieron un rock melódico con influencias celtas practicamente único. Después de eso 'Beneath the shining water' y este 'Arc of the dawn' han seguido el mismo camino, con un resultado siempre excepcional. Para algunos quizás pequen de repetitivos, pero siendo un estilo tan personal y difícil de encontrar en otro grupo, bienvenidos sean nuevos trabajos de Wharton y su banda, y más si son de la calidad de este trabajo. Infravalorado por contener 4 versiones, el disco es una gozada y contiene auténticas joyas que ya pueden figurar entre las mejores de su discografía... como 'Still waiting' o 'Shelter in the storm'. 'Dublin' y 'Follow the river' son temas algo más animados y de corte más rockero; a destacar tanto aquí como en el resto del disco, el trabajo de Richard Dews a las guitarras... solos muy inspirados y un sonido muy limpio. Las dos nuevas versiones de los clásicos del Out of the silence son impresionantes, especialmente la de King of spades, que para mi gusto mejora incluso la original, con la inclusión de flautas que hacen más estremecedor si cabe esta balada. Las otras dos versiones no se quedan atrás; 'Emerald' es sublime y tiene un solo de guitarra que pone los pelos de punta; 'The flame' por su parte, a diferencia de Emerald, es una versión practicamente calcada, tanto en tempo como instrumentación, y también está muy conseguida... es interesante escuchar este tema (una de las mejores baladas de los 80's) interpretada por Darren, quien tiene un registro muy diferente al de R. Zander. El disco cierra con tres temas también sobresalientes, especialmente el lento 'Circles' interpretado majestuosamente por Wharton. Puede que sea más de lo que nos ofrecieron con los dos anteriores discos, pero cuando se trata de algo tan especial, único y de tanta calidad como la música de Dare, bienvenido sea. DISCAZO.
ESTILO: AOR
Dare consolidaron un estilo propio que venía gestándose desde el Calm before the storm con el Belief, donde consiguieron un rock melódico con influencias celtas practicamente único. Después de eso 'Beneath the shining water' y este 'Arc of the dawn' han seguido el mismo camino, con un resultado siempre excepcional. Para algunos quizás pequen de repetitivos, pero siendo un estilo tan personal y difícil de encontrar en otro grupo, bienvenidos sean nuevos trabajos de Wharton y su banda, y más si son de la calidad de este trabajo. Infravalorado por contener 4 versiones, el disco es una gozada y contiene auténticas joyas que ya pueden figurar entre las mejores de su discografía... como 'Still waiting' o 'Shelter in the storm'. 'Dublin' y 'Follow the river' son temas algo más animados y de corte más rockero; a destacar tanto aquí como en el resto del disco, el trabajo de Richard Dews a las guitarras... solos muy inspirados y un sonido muy limpio. Las dos nuevas versiones de los clásicos del Out of the silence son impresionantes, especialmente la de King of spades, que para mi gusto mejora incluso la original, con la inclusión de flautas que hacen más estremecedor si cabe esta balada. Las otras dos versiones no se quedan atrás; 'Emerald' es sublime y tiene un solo de guitarra que pone los pelos de punta; 'The flame' por su parte, a diferencia de Emerald, es una versión practicamente calcada, tanto en tempo como instrumentación, y también está muy conseguida... es interesante escuchar este tema (una de las mejores baladas de los 80's) interpretada por Darren, quien tiene un registro muy diferente al de R. Zander. El disco cierra con tres temas también sobresalientes, especialmente el lento 'Circles' interpretado majestuosamente por Wharton. Puede que sea más de lo que nos ofrecieron con los dos anteriores discos, pero cuando se trata de algo tan especial, único y de tanta calidad como la música de Dare, bienvenido sea. DISCAZO.
miércoles, 6 de julio de 2011
Bat out of hell (1977), un debut para la historia
AÑO: 1977
ESTILO: Rock
Hoy quería hablar de este debut... los hay que rápido quedan olvidados, otros que se quedan como primer y último disco del grupo, y algunos que dejan tan alto el listón que jamás son superados. Puede ser este último el caso de Bat out of hell, aunque claro, es difícil de decir, pues el cacho carne tiene otros grandes discos. Pero este tiene algo especial; temas inolvidables que se han hecho un hueco importante en la historia del rock, en forma de un album que ya es uno de los más vendidos jamás. La dupla formada por Meat Loaf y Jim Steinman alcanza en este disco su cenit, por una parte con canciones llenas de potentes descargas de rock, y por otra con baladas tristes e interpretadas con el máximo sentimiento, como debe ser. De esta factura nos encontramos tres en este Bat out of hell:
-Heaven can wait: Lenta, solo Meat Loaf, el piano, y suaves coros de fondo; con eso basta. La perfección de la sencillez, para un tema perfecto. Espectacular.
-Two out of three ain't bad: Impresionante, increíble, una delicia para los sentidos. Una historia triste, de desamores, de confesiones, dura, pero maravillosa. Algo más de cinco minutos que nos servirían para definir lo que es una balada de verdad.
-For crying out loud: Para cerrar el disco con un inmejorable sabor de boca. Otra balada que empieza triste, meláncolica, pero que estalla a mitad de tema y sube de intensidad con Meat Loaf dándolo todo. Imperdible.
Sin duda los otros dos grandes temas del album son el primero, que da nombre al disco y Paradise by the dashboard light. Bat out of hell es quizás la más cañera de todas; partes muy rockeras con otras más sinfónicas se unen para este tema de casi 10 minutos de duración, en el que Meat Loaf hace gala del chorro de voz que posee. 'Paradise by the dashboard light' por su parte es quizás una de las mejores canciones de los 70's; dividida en tres partes perfectamente unidas, Meat Loaf comparte protagonismo con Ellen Folley en un dueto arrollador y muy rock 'n' rollero.
Año del Señor 1977; veía la luz Animals de los Floyd; debutaban Cheap Trick y The clash, los Kiss seguían a lo suyo sacando más de un disco por año... y Meat Loaf entraba a escena con un disco para la historia. Imprescindible.
miércoles, 29 de junio de 2011
Death or glory, piratas germanos al abordaje
AÑO: 1989
ESTILO: Heavy metal
Muerte por suerte que no, pero la gloria sin duda sí que la alcanzaron los piratas del metal con este recontradiscazo de puro heavy metal sin concesiones. Uno de los mejores trabajos de este prolífico grupo, y claro, eso es mucho decir si la banda tiene en su discografía joyas como Port Royal, Under Jolly Roger o Black Hand Inn. El incombustible Kasparek sonando mejor que nunca, y las guitarras como siempre muy características y con sello propio e inconfundible; algo que pocos grupos logran. El comienzo no puede ser más prometedor, con la tripleta inicial Riding the storm, Renegade y Evilution para empezar... casi nada para el body, como si de un tridente Eto'o Henry Messi del Speed metal se tratara, la toma de contacto con el album es inmejorable. Running blood tiene un comienzo lento, oscuro, quizás para pausar el frenético ritmo de los tres primeros temas, hasta que se dispara la batería y vuelven a cargar las guitarras en este tema sobre el fanatismo religioso y la santa Inquisición. Highland glory ... una excelente instrumental donde destaca el bajo y el demoledor punteo; Marooned es otro trallazo con unos riffs arrolladores y con ese sonido 100% Running wild; misma fórmula para Tortuga Bay y Death or glory, con ese sonido clásico de los alemanes y grandes coros. Me dejé Bad to the bone, pero a posta, porque este es un clásico de la banda, solos de impresión y un estribillo muy heavymetalero. Para cerrar album, March on, lenta al comienzo como una marcha fúnebre, se va animando hasta el final... pero antes, el homenaje a una de las batallas más importantes del siglo XIX, Battle of Waterloo, con ese comienzo de gaitas y el atronar de los cañones que derivan en un tema épico de casi 8 minutos... imprescindible. No hay dudas, un señor discazo de un grupo a todas luces especial. Al abordaje metaleros!
domingo, 12 de junio de 2011
Los 80's en todo su esplendor: The Paul Godfrey Band
AÑO: 1988
ESTILO: Hard melódico/AOR
Aquí nos encontramos ante otra rareza de tantas que hay en el AOR. Un album practicamente imposible de conseguir, y del que hay muy poca información. Inmerecida esta situación, ya que es un auténtico discazo de principio a fin; de esos que te aseguran que si te gusta un tema, te gustará el disco entero. Sin duda un enorme descubrimiento de otra joya del AOR enterrada en el olvido total y absoluto, y que pasó desapercibida en su día.
Magic Touch se compone de 10 temas; practicamente en todo el disco canta una voz femenina (a pesar del nombre); Paul Godfrey solo participa en el primer tema, que es un dueto, y en el noveno, donde canta solamente él. Ambas voces son muy buenas y agradables, sobretodo la de ella. Voz suave, melódica y muy femenina, ideal para este AOR, que por momentos roza el Pop. Durante todo el disco, los riffs de guitarra y los solos marcan el límite entre AOR y pop; no hay niguna duda, esto es AOR 100%, y del más ochentero que podáis imaginar.
El disco empieza con Magic touch, un dueto con mucho ritmo y con estribillo pegadizo. Si algo caracteriza a este disco son los estribillos y la sobresaturación de teclados, como he dicho antes, ochentero a más no poder. A continuación, ''Only one'', uno de los mejores temas del disco y en la línea del siguiente: ''Love lies deep'', es decir, muchos teclados y estribillos comerciales. ''Never felt this way before'' tiene un comienzo genial con los teclados creando melodía, en este cobran importancia los coros, principalmente en el estribillo. ''Only have eyes for you'', ''Tonight'' y ''Can't Get My Mind Off Of You'', tres ejemplos más que siguen los mismos principios que los temas anteriores: todos tienen mucho gancho y ninguno defrauda. ''Too many lonely nights'' es otra de las destacadas, comienzo con riff 'potente' de guitarra, y estribillo donde las teclas y la voz se lucen. El penúltimo tema (''Wild ones'') es un baladón a piano con todo el sentimiento ochentero, en este canta Paul Godfrey, y lo borda. Para acabar, ''Hold on'', otro temazo lleno de ritmo con ese sonido tan 80's. Ningún tema desmerece; todos mantienen un nivel alto, donde los teclados son los protagonistas principales. Sin duda un GRAN DISCO
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